Todo lo que pasó tras bambalinas durante la aprobación del Presupuesto 2023

El presidente de la Comisión de Presupuesto del Congreso, José Luna Gálvez, solicitó un cuarto intermedio alrededor del medio día de ayer. Luego de seis horas, se retomó el debate en el que Congreso y Ejecutivo indicaron que estaban de acuerdo con las modificaciones al presupuesto.

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“Señor presidente del Congreso, quiero comunicarle que después de un largo debate, hemos logrado un texto consensuado de las leyes de equilibrio financiero, endeudamiento, de presupuesto para el 2023. […] Pero lo más relevante es que después de haber escuchado a los señores congresistas y gran parte de las propuestas que han sido incorporadas le han dado un contenido social y rostro humano a esta propuesta enviada por el Poder Ejecutivo″, manifestó Luna

“Agradecemos los aportes que nos han hecho llegar [el Congreso], los cuales hemos evaluado conjuntamente con la Comisión de Presupuesto y Cuenta General de la República, llegando, después de tres días a un consenso, que nos permite avanzar hacia el logro de los objetivos de la actual administración que refleja las necesidades de la población”, dijo la primera ministra Betssy Chávez

Sin embargo, Luna solicitó a la presidencia del Congreso suspender por veinte minutos la votación para digitalizar el dictamen aprobado. Luego, dos horas después, solicitó aprobar lo avanzado, porque el presupuesto todavía no estaba cuadrado y faltaba elaborar los anexos.

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“Los miembros de la Comisión de Presupuesto […] nos hemos acercado en donde están trabajando el viceministro de Hacienda y más de 30 personas del MEF y nos dicen que están trabajando y toda la información están cuadrando y todos los anexos están cuadrando”, aseveró Luna.

“[El cuadre] va a demorar más de tres horas para que terminen todo ese cuadre y me dicen que podemos aprobar lo que ya está para efectos de cumplir la norma”, agregó Luna.

La preocupación de Luna obedece a que, según el artículo 80 de la Carta Magna, si el Congreso no emite al Ejecutivo la autógrafa de la ley de presupuesto hasta el 30 de noviembre entra en vigencia el proyecto del Ejecutivo.

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La propuesta de Luna no fue del todo aceptada por el resto de congresistas. Los parlamentarios Ilich López, de Acción Popular, y los congresistas Álex Paredes, Ruth Ibarra, Jhakeline Ugarte y Paul Gutiérrez, del Bloque Magisterial de Concertación Nacional, se opusieron.

No obstante, el presidente del Congreso, José Williams, optó por las recomendaciones de Luna.

Así, el pleno dio luz verde a la ley de presupuesto con 77 votos a favor, 11 en contra y 13 abstenciones. De igual forma, aprobó la ley de endeudamiento con 66 votos a favor, 14 en contra y 19 abstenciones. Por último, la ley de equilibrio financiero sumó 78 votos a favor, 14 en contra y 13 abstenciones.

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No obstante, la premura con la que se estaba aprobando el proyecto de presupuesto les pasó factura. Luna solicitó al presidente del Congreso que, antes de continuar con la última votación, leyera una ‘’fe de erratas”, en el que se indicaba la nueva composición del gasto por ámbito de gobierno.

Así, el presupuesto institucional de apertura (PIA) para el 2023 establece un gasto máximo de S/214.790 millones para los distintos programas y proyectos del Estado. Ese monto es similar al planteado por el Ejecutivo y, en términos nominales, representa un incremento del 9% frente al 2022 y el 4% en términos reales (deducida la inflación).

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Modificaciones

Si bien se aprobó el monto original planteado por el Ejecutivo, hubo ajustes en cuanto a la composición del gasto por nivel de gobierno, así como la inclusión de partidas por los congresistas que sustituyeron a la propuesta del Ejecutivo.

Tras las negociaciones entre el Ejecutivo y el Congreso, el gasto aprobado para el próximo año del gobierno nacional disminuyó su participación en 0,74 puntos porcentuales, que fueron adicionados al presupuesto de las autoridades regionales. Ese monto ascendió a S/1.593 millones.

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Para el economista jefe del IPE, Víctor Fuentes, la norma de presupuesto aprobada revela que el Ministerio de Economía tuvo que ceder más de lo que se podría haber esperado.

Dijo que si bien, aparentemente, se respetó la reserva de contingencia, que causó tanta polémica en los últimos días, el Congreso incorporó una serie de partidas que han llevado al Ejecutivo a sacrificar otras.

De acuerdo con la lectura del dictamen incompleto del presupuesto, se incorporaron alrededor de seis disposiciones complementarias a las normas de endeudamiento público.

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Entre las principales destacó la transferencia al MEF de las obligaciones a cargo de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao, correspondiente al pago de indemnizaciones establecidas por laudos arbitrales. Además, la transferencia, también al MEF, de la deuda tributaria de los institutos armados del Ministerio de Defensa con la Sunat. Asimismo, se incorporaron disposiciones complementarias tanto a la ley de equilibrio financiero como a la de presupuesto del sector público.

Hasta el cierre de esta nota, no se pudo conocer qué tuvo que sacrificar el Ejecutivo.

Medidas sociales

Luna había señalado que su comisión había dado un contenido social y rostro humano a la propuesta enviada por el Poder Ejecutivo, debido a que había incluido las partidas sugeridas por el Congreso que, inicialmente, ocasionaron las discrepancias.

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El Ministerio de Economía cedió en incluir al gasto del próximo año S/100 millones para ollas comunes, S/100 millones para los programas de vaso de leche y S/50 millones para los beneficiarios del Fonavi.

Se incluyó el nombramiento progresivo del personal del convenio CAS del Minsa, e iniciar con un 20% en el 2023. El profesor de la Universidad del Pacífico Carlos Casas indicó que si el dictamen del presupuesto cuenta con la opinión favorable del MEF y siempre que la Comisión de Presupuesto mire los anexos, la norma podría aprobarse.