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El cementerio en Francia fue utilizado desde el siglo VII al X d.C. y se enterraban personas sencillas en fosas simples. También han encontrado objetos, como joyas modestas de cobre, bronce y hierro.
Las excavaciones en el lugar donde se planea construir una escuela primaria en Marsella dejaron al descubierto un cementerio medieval en el que se desenterraron tres tumbas dobles en las que hay los restos de mujeres adultas con niños, probablemente son madres e hijos, según el Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas de Francia.
Cada una de las mujeres murió y fue enterrada al mismo tiempo que los niños, con ternura y afecto, según el visible cuidado de estas tumbas. Lo más emocionante para los arqueólogos es que en una de esas tres tumbas el niño está sosteniendo a su madre de la mano.
Los arqueólogos han encontrado en total 95 tumbas en el cementerio, muchas de las cuales de niños. En su mayor parte, las personas fueron enterradas en fosas simples en las que los difuntos yacen boca arriba. Algunas tumbas están hechas en un encofrado con losas de piedra locales.
Aunque el mismo sitio data de la Edad de Bronce (alrededor de 1400-1300 a. C.), el cementerio pertenece a la Alta Edad Media (siglos VII-X d. C.).
Varios artefactos indican que los difuntos fueron vestidos y colocados en un sudario. Los raros objetos descubiertos son modestas joyas de cobre, bronce y hierro, que se remontan a la época de la dinastía merovingia, una familia de origen germánico que gobernó la actual Francia, Bélgica, parte de Alemania y Suiza, desde mediados del siglo V hasta el año 751, cuando subió al trono Pipino el Breve, el primero de la dinastía carolingia.
Esto permite fechar el cementerio entre los siglos VII y VIII d.C., pero es probable que su funcionamiento se prolongase hasta el siglo IX o X. Las tumbas dobles son inusuales, según el The History Blog.
Las tumbas se han abierto repetidamente a lo largo de los años, pero no por merodeadores, sino para dejar espacio a nuevos cuerpos. Después de un intervalo de tiempo lo suficientemente largo como para permitir que los tejidos blandos de los restos mortales se descompusieran, abrían la tumba y depositaban un nuevo cuerpo de una persona fallecida recientemente, a menudo encima de los restos de los difuntos enterrados previamente.
Además del complejo funerario medieval, los investigadores también encontraron objetos y restos de diferentes épocas históricas, desde principios de la Edad de Bronce hasta finales de la Edad Media, y que incluyen cerámica y varios tipos de fosas, una de las cuales también contenía el entierro de un niño.