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Mientras Washington y Londres insisten en una ofensiva contra los hutíes, los principales Estados miembros de la UE prefieren una política más “tranquilizadora”.
La negativa de varios países europeos a unirse a los ataques de Estados Unidos y Reino Unido contra los rebeldes hutíes en Yemen ha puesto de manifiesto las “divisiones” en Occidente sobre cómo abordar la situación en el mar Rojo.
Este fin de semana, Washington y Londres llevaron a cabo una ofensiva a gran escala contra objetivos hutíes, en respuesta a los ataques del grupo contra rutas marítimas en el mar Rojo y el golfo de Adén. Países Bajos, Australia, Canadá y Baréin proporcionaron apoyo logístico y de inteligencia para el asalto aéreo, y Alemania, Dinamarca, Nueva Zelanda y Corea del Sur firmaron una declaración conjunta justificando las acciones de estadounidenses y británicos.
Sin embargo, países influyentes de Europa como Italia, Francia y España manifestaron que desean un enfoque “más tranquilo” de la política en la región, según fuentes gubernamentales y diplomáticas citadas por Reuters.
Italia se negó a firmar la declaración por dos razones: en primer lugar, porque cualquier participación italiana habría necesitado la aprobación parlamentaria, lo que habría llevado tiempo, y, en segundo lugar, porque Roma prefería seguir una política “tranquilizadora” en el mar Rojo, indicó a la agencia una fuente del gabinete de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Por su parte, Francia temía que, al unirse a los ataques liderados por Washington, perdería cualquier influencia que tuviera en las conversaciones para calmar las tensiones entre Israel y el grupo chiita libanés Hezbolá, ya que París ha centrado gran parte de su diplomacia en evitar una escalada en el Líbano, señaló un funcionario francés hablando bajo condición de anonimato.
De igual forma, la ministra de Defensa de España, Margarita Robles, declaró que Madrid no se había sumado a la acción militar porque quería promover la paz en la región. “Cada país tiene que dar explicaciones por sus acciones. España siempre estará comprometida con la paz y el diálogo”, indicó.
Igualmente, Turquía, miembro importante de la OTAN, condenó enérgicamente los ataques occidentales contra Yemen. “Están ansiosos por convertir el mar Rojo en un mar de sangre. Se trata de un uso desproporcionado de la fuerza”, indicó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, agregando que los hutíes están haciendo “una defensa exitosa” contra los ataques impulsados por Washington y Londres.
Según el medio citado, la divergencia “pone de relieve las divisiones” en Occidente sobre cómo tratar a los hutíes, que llevan semanas atacando embarcaciones en el mar Rojo como acto de apoyo a los palestinos en medio de la incursión israelí en Gaza.