A escasas horas de que se cumplan cien jornada de agresión sionista contra la Franja de Gaza, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu desestimó este sábado a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) al afirmar que continuará adelante con el asedio contra ese territorio palestino, que ya deja casi 24.000 civiles asesinados.
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Durante una declaración televisada a todo el país, Netanyahu declaró que la guerra contra el movimiento de resistencia islámica palestino, Hamás, continuará hasta el final.
Refirió que Israel no se detendrá ante la denuncia por genocidio interpuesta por Sudáfrica contra el ente sionista en la CIJ, ni tampoco por las “amenazas” de lo que llamó “eje del mal”, en referencia a la resistencia que integran milicias antimperialistas y antisionistas de Palestina, Líbano, Iraq y Yemen. “La guerra no parará ni por La Haya ni por las amenazas del eje del mal”, sostuvo.
Las declaraciones del jefe de Gobierno israelí ocurrieron a horas de cumplirse cien días de la agresión al territorio de Gaza, que desde el 7 de octubre ha causado el asesinato de al menos 23.843 palestinos, en su mayoría mujeres y menores, y 60.317 heridos, además de cerca de 8.000 desaparecidos bajo los escombros que dejan los bombardeos.
“Estamos en el camino de la victoria y no pararemos hasta conseguirla. No hay nada que nos comprometa ni nadie que pueda detenernos”, afirmó, con lo cual dejó claro que continuarán los crímenes de guerra contra los civiles de Gaza y la espiral de violencia contra los palestinos en Cisjordania ocupada.
Recalcó: “No pararemos hasta que no eliminemos para siempre a Hamás y traigamos de vuelta a los rehenes”, aunque los familiares de estos demandan al Ejecutivo israelí que los escuche, detenga los bombardeos y entable un diálogo con la resistencia palestina que permita que regresen vivos a casa.
En una reiteración del tratamiento a los palestinos como seres no humanos, herramienta de los sionistas para naturalizar el genocidio en Gaza, aseveró: “Esta es la guerra de los hijos de la luz contra los hijos de las tinieblas”.
Manifestó que dedicará más presupuesto a financiar los bombardeos por aire, tierra y mar contra el territorio de Gaza. Asimismo, amenazó a los rebeldes hutíes, la milicia libanesa Hezbolá, el movimiento Hamás e Irán, país al que acusan de auspiciarlos.
Netanyahu realizó estas declaraciones en el marco del proceso por genocidio iniciado en la CIJ, tras demanda presentada por Sudáfrica, que ha solicitado medidas cautelares y un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza.
Durante los últimos meses, los grupos que integran la resistencia islámica en Palestina, Líbano, Iraq y Yemen han incrementado sus ataques contra objetivos del ente sionista.
El primer ministro israelí también enfrenta crecientes cuestionamientos en el plano interno. Las familias de los rehenes que aún continúan en Gaza -se estima que hay 136 y que otros 25 murieron debido a los bombardeos israelíes- convocaron a una protesta de 24 horas, que inició este sábado, para requerir al Gobierno que los lleve de vuelta a casa.
Durante los últimos fines de semana familiares de los rehenes y otros sectores han protagonizado manifestaciones en una céntrica plaza de Tel Aviv, desde donde critican a Netanyahu.
Estas protestas recordaron las de meses atrás, cuando durante cerca de 40 semanas, cientos de miles de israelíes rechazaron la reforma judicial que impulsaron Netanyahu y su ministro de Justicia, Yared Levin. Consideran que socava la independencia de poderes y la democracia, y que genera un recurso para que el jefe de Gobierno, acusado de corrupción, evada la justicia.
En paralelo, políticos y medios de comunicación responsabilizan al Gobierno de los sucesos del 7 de octubre pasado y consideran que la agresión israelí contra Gaza no ha cumplido sus objetivos y, en cambio, ha masacrado a la población palestina.
