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El canciller ruso denunció ante la ONU que el armamento occidental se está distribuyendo por el mundo, cayendo en manos de grupos terroristas y sacudiendo las regiones más inestables.
En su intervención en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU este lunes, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, llamó la atención sobre el problema de la venta en el mercado negro de armas proporcionadas a Kiev por Occidente.
“El insensato bombeo plurianual de armas al régimen totalmente corrupto de Zelenski tiene otra dimensión peligrosa. En un esfuerzo por maximizar los beneficios del conflicto, los responsables de Kiev se limitan a revender en el mercado negro parte de las armas suministradas por Occidente“, expresó Lavrov.
Además, el ministro destacó que en la llamada ‘Web oscura’ se pueden encontrar muchos anuncios de venta de armas occidentales, y citó el ejemplo de un fusil M-16 estadounidense que se puede comprar con criptodivisa. “Por supuesto esta situación es utilizada por grupos terroristas, las armas caen en sus manos y se extienden por África, Oriente Medio e incluso América Latina“, señaló Lavrov, agregando que eso “sacude aún más las regiones ya inestables del mundo”.
“Incluso EE.UU. ha tenido que reconocer oficialmente el problema y un reciente informe del Pentágono afirma que se han desviado armas destinadas a las Fuerzas Armadas ucranianas por valor de más de 1.000 millones de dólares“, sostuvo el canciller. Al mismo tiempo, Lavrov subrayó que esa cifra es seguramente mayor en realidad, ya que “40.000 piezas de armamento, incluidos drones y lanzagranadas, simplemente no se contabilizaron a tiempo, porque no se hizo inventario”.