A tenor de las protestas que estremecen varios escenarios europeos, el sindicato de agricultores autónomos de Polonia Solidarnosc (“Solidaridad”) convocó el viernes una huelga general para los próximos días 9 y 10 de febrero que pretende bloquear carreteras, autopistas y pasos fronterizos con su vecino Ucrania en protesta contra las decisiones de la Unión Europea (UE).
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En una cumbre informal, la UE anunció un grupo de medidas que afectan directamente a la industria agrícola comunitaria, lo que ha provocado manifestaciones y cierres de carreteras y puertos en Francia, Países Bajos, España, Grecia, Bélgica y Polonia en contra de lo que catalogan como medidas “inaceptable para toda nuestra comunidad agrícola”.
Naciones como Francia han prometido eliminar los planes para aumentar contribuciones fiscales al diésel de los tractores, flexibilizar las regulaciones sobre pesticidas, pausar las nuevas normas sobre la retirada de tierras y más controles de seguridad de los alimentos importados y demás, para tratar de calmar los ánimos tras varios días de protestas.
Los agricultores se oponen al aumento en los costos de energía, la subida de los precios de insumos como los fertilizantes, el incremento de importaciones en el bloque de alimentos más económicos que los cultivados en la UE y las cada vez más estrictas reglas del bloque para el sector, en medio de medidas ambientales que califican de burocracia y “asfixiantes”.
En Polonia, Solidarnosc acusa de “pasividad” a las autoridades nacionales y condena su compromiso de respetar todas las decisiones de la Comisión Europea sobre la importación de productos de la agricultura ucraniana. “Nuestra paciencia se ha acabado”, afirman los líderes sindicalistas.
En efecto, los agricultores defienden las haciendas familiares del colapso y la quiebra frente a una importación abrumadora de relaciones comerciales desleales. “Las haciendas familiares polacas son la base de la seguridad alimentaria del país. Los alimentos polacos saludables producidos por los agricultores polacos son la base de la nutrición y la salud de los ciudadanos”, agregaron.
El pasado septiembre de 2023, el Gobierno polaco prohibió de manera unilateral las importaciones de cereales procedentes de Ucrania, ignorando la decisión de la Comisión Europea. La decisión estuvo precedida por un fraude relacionado con el flujo de grano ucraniano, pero se hizo evidente que el embargo resultaba insuficiente para revertir el desplome de los precios del grano.
El próximo 5 de junio de 2024 expirará el protocolo de liberalización del comercio con Ucrania y, con vistas a su prórroga, el comisario europeo de Agricultura, el polaco Janusz Wojciechowski, exigió a comienzos de enero que la nueva redacción restrinja la importación de productos ucranianos, porque “amenazan la competitividad” del sector agrícola comunitario.
