El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ganó este sábado las primarias presidenciales republicanas de Carolina del Sur, reforzando aún más su control sobre la nominación a la Casa Blanca y dejando a su última gran rival, Nikki Haley, con opciones cada vez más reducidas.
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El expresidente ha ganado todas las contiendas de nominación del Partido Republicano hasta la fecha, primero por amplios márgenes en Iowa y New Hampshire, antes de ganar en Nevada, donde Haley no apareció en la boleta, y las Islas Vírgenes de Estados Unidos.
Su triunfo en Carolina del Sur, que eligió a Haley dos veces como gobernadora, puede ser la más impresionante de esta campaña.
“Esto fue un poco antes de lo que esperábamos y una victoria aún mayor de lo que esperábamos”, dijo Trump a una multitud en su fiesta de observación de las elecciones en Columbia, poco después de ser declarado ganador.
El resultado del sábado ahora pone la responsabilidad en Haley, quien continuó en su discurso de concesión insistiendo en que no tiene planes de abandonar la carrera, una medida que, según dijo, dejaría a los votantes republicanos en los próximos estados primarios con “una elección al estilo soviético con sólo una candidato.”
“Hay un gran número de votantes en nuestras primarias republicanas que dicen que quieren una alternativa. Dije a principios de esta semana que, sin importar lo que sucediera en Carolina del Sur, seguiría postulándome para presidente”, dijo Haley a sus seguidores en Charleston.
El resultado del sábado pone la responsabilidad en Haley, quien redobló su apuesta a principios de esta semana en un discurso, declarando: “No voy a ir a ninguna parte”.
La próxima parada en el calendario de nominaciones del Partido Republicano es Michigan, donde los republicanos votarán en las primarias el martes.
