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La popular cantante estadounidense debía presentarse en la ciudad de Viena esta semana, Sin embargo, tras el arresto de dos partidarios del Estado Islámico, la Policía no dio el visto bueno.
Los tres conciertos de la cantante estadounidense Taylor Swift planeados para este jueves, viernes y sábado en la ciudad de Viena (Austria), fueron cancelados tras presuntas amenazas terroristas por parte del Estado Islámico (EI).
La noticia fue confirmada este miércoles por la promotora de conciertos Barracuda Music, que explicó que la decisión se tomó luego de que autoridades gubernamentales austriacas advirtieran sobre planes de un “atentado terrorista” en las instalaciones del estadio Ernst Happel, donde Swift tenía previsto actuar.
“No nos queda más remedio que cancelar los tres conciertos programados, por la seguridad de todos”, precisó Barracuda, e informó que se realizará el reembolso de todas las entradas.
De acuerdo con medios locales, las sospechas de la Policía surgieron a raíz de la captura de dos partidarios del EI, que supuestamente se habrían radicalizado a través de Internet. Ambos tenían previsto atacar Viena y evidenciaron un interés particular en los conciertos de Swift, aseguró Franz Ruf, director general de seguridad pública del Ministerio del Interior de Austria.
Uno de los sospechosos, un ciudadano austríaco de 19 años, fue detenido en una casa a las afueras de la capital, donde se incautaron diversas sustancias químicas que podrían haber sido utilizadas para fabricar explosivos. Agentes evacuaron esa y varias otras viviendas como medida de precaución. Horas más tarde se produjo en Viena el arresto del segundo implicado. El diario Bild, citando informes de otros medios, afirma que un tercer sujeto fue detenido en la noche. Estos últimos tendrían 17 años, añade la publicación.
Las entradas para los tres conciertos de Taylor Swift estaban completamente agotadas, lo que se traduce en unos 65.000 asistentes por día, además de unos 20.000 fanáticos más que, se estimaba, estarían en las afueras del recinto. Aunque los investigadores aseguran que se evitó una amenaza, creen que todavía existe un “peligro abstracto” alrededor de las presentaciones de la superestrella y, por tanto, se optó por la cancelación.
