El canciller chino deja claro a Estados Unidos que Pekín resistirá a cualquier provocación de los partidarios de la llamada “independencia de Taiwán”.
En una reunión celebrada este sábado, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, destacó al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que “Pekín tiene la intención de unificar Taiwán con el continente y se opondrá a cualquier intento de ‘independencia de Taiwán’”.
“La independencia de Taiwán y la paz entre ambos lados del estrecho son tan irreconciliables como el fuego y el agua” recalcó Wang.
Reafirmó que Pekín considera a Taiwán, que ha operado bajo su propio gobierno desde la década de 1940, como “una parte inseparable de China” y advirtió contra cualquier intento de independencia de la isla.
“Cada vez que las fuerzas que defienden la ‘independencia de Taiwán’ hagan una provocación, definitivamente tomaremos contramedidas. Continuaremos reduciendo el espacio para evitar la independencia de Taiwán y trabajaremos hacia el objetivo de la reunificación completa”, precisó el jefe de la Diplomacia de China.
Chinese Foreign Minister Wang Yi met with U.S. Secretary of State Antony Blinken on July 27 in Laos, on the sidelines of the #ASEAN Foreign Ministers’ Meeting. pic.twitter.com/vDH2xZHzrm
— China Perspective (@China_Fact) July 27, 2024
El Ministerio de Relaciones Exteriores chino dio a conocer en un comunicado que Wang y Blinken intercambiaron puntos de vista sobre las actuales relaciones entre China y Estados Unidos y acordaron mantener la comunicación a todos los niveles. También aseguró que las dos partes abordaron la situación relativa a Gaza, la península de Corea y la cuestión de Myanmar, entre otros asuntos.
Los dos políticos mantuvieron una reunión a petición de la parte estadounidense al margen de la cumbre regional de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés), celebrada en Vientián, la capital de Laos.
Estados Unidos firmó tres comunicados conjuntos entre Pekín y Washington en las décadas de 1970 y 1980, cuyo contenido decía claramente que “solo hay una China” y Taiwán es parte de la China continental.
China considera a Taiwán una parte integrante de su territorio, por lo que rechaza cualquier intento que ponga en cuestión este principio y más cuando casi todos los países, incluido EE.UU., reconocen la soberanía china sobre el gobierno autónomo de la isla, donde últimamente los movimientos secesionistas han ido ganando espacio, bajo el paraguas de la cooperación militar y económica de Washington.
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