Miles de negocios israelíes han cerrado desde el lanzamiento de la operación Tormenta de Al-Aqsa y la posterior guerra genocida israelí contra la Franja de Gaza.
Desde el lanzamiento de la operación Tormenta de Al-Aqsa por la Resistencia palestina, 46 000 negocios israelíes han cerrado, así ha informado la empresa israelí Coface Bdi, especializada en información empresarial para la gestión del riesgo crediticio.
El director general de Coface Bdi, Yoel Amir, explicó el miércoles al diario israelí Maariv que la cifra se considera alta e incluye muchos sectores, con aproximadamente el 77 % de laos negocios cerrados desde el comienzo de la guerra, y alrededor de 35 000 pequeños negocios con hasta cinco empleados.
Los medios israelíes informaron, citando la calificación de riesgo de Coface Bdi, que es ampliamente utilizada por muchas empresas de la economía israelí, incluido el sistema bancario y las compañías de seguros de crédito internacionales, que las industrias más vulnerables son la construcción y otras que giran en torno a ella, entre las que destacan la cerámica, el aire acondicionado, el aluminio y los materiales de construcción, que se han visto significativamente afectados.
Según el periódico israelí, el sector comercial, que incluye la moda, el calzado, los muebles, los artículos para el hogar y el sector de servicios, incluidos los cafés, el entretenimiento, los servicios de ocio y el transporte, se ha visto gravemente afectado.
Además, la industria del turismo se ha visto gravemente dañada por esta guerra, hasta el punto de experimentar una situación en la que casi no hay turismo extranjero y las zonas turísticas se han convertido en zonas de guerra.
‼️🗺 | Turismo israelí toca fondo
⚠️ La campaña sangrienta de Israel contra Gaza 🇵🇸 es responsable de la pesada pérdida económica💲, valorada en casi 13,8 mil millones de dólares, según el ministerio de fianzas del régimen.
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— HispanTV (@Nexo_Latino) March 5, 2024
Asimismo, el sector agrícola, situado predominantemente en zonas de enfrentamiento en el sur y el norte, sufre escasez de mano de obra, según indicó Maariv.
El rotativo constata que el daño a la economía israelí es extenso en todos los frentes. Cuando las empresas cierran y no pueden cumplir con sus obligaciones financieras, esto se extiende y afecta a los clientes, proveedores y otras personas dentro de su ecosistema.
“En una encuesta especial entre directivos que realizamos recientemente, esta es la tercera vez desde la guerra, parece que aproximadamente el 56 por ciento de los directivos testificaron que ha habido una disminución significativa en el alcance de su actividad desde el comienzo de la guerra,” agregó el informe.
El desglose detallado muestra que la industria de la construcción se vio afectada en un 27 %, la industria de servicios en aproximadamente un 19 % y el sector industrial y agrícola en alrededor de un 17 %.
De igual manera, el sector comercial experimentó un impacto de aproximadamente el 12 %, mientras que las tecnologías avanzadas experimentaron una disminución del 11 %. Dicho esto, el sector de alimentos y bebidas se vio afectado solo en alrededor del 6 %.
Según el reporte, se prevé que a finales de este año el número de empresas israelíes cerradas aumentará a 60 000.
Israel desató una guerra genocida contra el sitiado enclave costero como represalia por el fracaso sufrido durante la operación Tormenta de Al-Aqsa, lanzada por la Resistencia palestina el 7 de octubre, en respuesta a décadas de crímenes de la entidad sionista contra el pueblo palestino y sus santidades.
Los brutales ataque de Israel en estos meses han dejado un saldo fatal de al menos 38 295 muertos, la mayoría de ellos mujeres y niños, y más de 88 241 heridos, mientras que miles de personas permanecen desaparecidas bajo los escombros.
Sin embargo, el régimen no ha logrado alcanzar ninguno de sus objetivos, entre ellos eliminar la Resistencia en Gaza y lograr la liberación forzosa de los cautivos.
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