El expresidente separatista catalán, Carles Puigdemont, ha reaparecido brevemente en Barcelona, pero tuvo que darse a la fuga para evitar su arresto.
Después de unos siete años en el exilio, y pese a la orden de detención nacional en su contra, el expresidente catalán, Carles Puigdemont, ha regresado a Cataluña, mientras el socialista Salvador Illa era investido presidente de la Generalitat. El independentista intervino brevemente en el arco del triunfo de Barcelona, gritando “¡Viva Cataluña libre!”, ante miles de seguidores.
“No nos rindamos, no nos confundamos, nunca fue ni será un delito celebrar un referéndum como nunca fue ni será un delito obedecer el mandato del Parlamento de Cataluña”, dijo Puigdemont en su breve discurso.
A pesar del amplio dispositivo policial desplegado para su detención, Puigdemont logró esfumarse. Pero antes, el político de 61 años, criticó al Gobierno de Pedro Sánchez y denunció al Tribunal Supremo español que le impidió, en julio pasado, beneficiarse de la ley de amnistía. Una iniciativa impulsada por el socialista Sánchez a cambio del necesario apoyo de la formación Junts per Catalunya para poder ser reelegido en noviembre pasado.
La aparición de la figura clave del separatismo, provocó emoción entre sus miles de seguidores, que lo recibieron agitando banderas independentistas. Mientras, desató la ira de muchos nacionalistas y seguidores del partido de la extrema derecha Vox.
Entretanto, La policía catalana, los Mossos d’Esquadra, ha establecido puestos de control para detenerlo. Un agente de los Mossos fue arrestado por presuntamente colaborar en la huida.
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