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La nueva revelación forma parte de la declaración que ofreció la exprimera dama desde Madrid.
La exprimera dama de Argentina Fabiola Yáñez asegura que su expareja, el expresidente Alberto Fernández, la empujó a abortar la primera vez que quedó embarazada de él, en 2016, cuando todavía no se habían comprometido.
La nueva revelación forma parte de la denuncia interpuesta por Yáñez, que ha hundido completamente la imagen del exmandatario, actualmente investigado por presuntos hechos de corrupción. Varios medios de comunicación argentinos tuvieron acceso al expediente, de unas 18 páginas.
En su declaración, presentada el lunes en Madrid, la exprimera dama afirma que sufrió violencia reproductiva por parte de su expareja, cuando le contó que estaba embarazada: “Hay que resolverlo. Tenés que abortar”, habría sido la reacción de su entonces novio.
Yáñez relata que el embarazo se produjo cuando ambos convivían y él ya había manifestado su intención de formar una familia con hijos. Entonces, según la denuncia, Fernández adoptó actitudes de hostigamiento y desprecio que la habrían empujado a tomar “la peor decisión”.
“Antes que lo hiciera, era tal su perversión que le dijo al hijo que estaba embarazada, para después responsabilizarme a mí del aborto”, aseguró la denunciante.
Del mismo modo, la expareja de Fernández relató que durante otro embarazo recibió patadas en su estómago, por lo que la Justicia no descarta que Yáñez sufriera otra pérdida en 2021, según recoge La Nación. En ese entonces, ambos estaban casados y vivían en la residencia presidencial.
“Comencé a sentir los primeros síntomas del embarazo y ni se lo podía comentar porque para él no existíamos, ni yo ni ese bebe. Y ahí caí en quizás una de las más graves formas de violencia, la reproductiva, ya que través de sus acciones e incluso sus omisiones (silencio, abandono, desprecio, reproches) fue vulnerando mi autoestima, mi autonomía”, reza el escrito.
Además, el texto relata una relación tóxica desde los inicios. Según Yáñez, él la obligaba a responder sus mensajes de texto cada tres minutos, en una situación que la abocó a dejar de salir y frecuentar amistades.
“Estaba obsesionado con que si salía era porque lo engañaba”, defiende Yáñez, que agrega que mientras ella se quedaba en casa, él estaba con otras mujeres.