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El viceprimer ministro serbio, Aleksandar Vulin, critica que, frente a los valores tradicionales, se proponga “un mundo sin Dios, sin nación”, en el que el concepto LGBT+* “suprime la familia”.
La ceremonia de la apertura de los Juegos Olímpicos 2024 en Francia demostró que las naciones se han acercado a una colisión de civilizaciones, estima el viceprimer ministro serbio, Aleksandar Vulin, en una entrevista con RIA Novosti publicada este miércoles.
“Hemos llegado a la fase de choque de civilizaciones, de visiones mutuamente excluyentes del mundo”, señaló Vulin. “La inauguración de los Juegos Olímpicos de París fue indicativa: travestis* en lugar de Cristo, María Antonieta que canta con la cabeza cortada, un niño que se sienta con estos pervertidos. Era una imagen de una civilización a la que no pertenezco”, agregó.
A continuación, el alto funcionario opinó que se aproxima un conflicto de civilizaciones, con los valores de Dios, la nación y la familia frente a “un mundo sin Dios, sin nación”, en el que todos deben ser parte de “un estado consumista global” y en el que no hay familia, porque “el concepto LGBT+* suprime la familia”.
La ceremonia de apertura de los JJ.OO. celebrada el 26 de julio generó una multitud de críticas, elevándose voces de desaprobación incluso dentro de la Iglesia católica y en algunos sectores políticos.
Una de las causas del revuelo fue una escenificación interpretada como una aparente parodia de la ‘Última Cena’, el fresco de Leonardo da Vinci que recrea la escena bíblica de Jesucristo y los doce apóstoles antes de la crucifixión. Esta actuación contó con la participación, entre otros, de un grupo de ‘drag queens*‘, una modelo transgénero* y un cantante semidesnudo pintado de azul que simbolizó al dios griego Dioniso.
*El movimiento internacional LGBT está calificado como organización extremista en el territorio de Rusia y prohibido en el país.