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Según el Tesoro, el exmandatario ha desempeñado un papel clave en “la perpetuación de la crisis actual” en el país caribeño.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por su sigla en inglés) del Departamento del Tesoro de EE.UU. sancionó este martes al expresidente de Haití Michel Martelly (2011-2016), por su presunta vinculación “en el tráfico ilícito mundial de drogas”.
En palabras del subsecretario interino de Terrorismo e Inteligencia Financiera, Bradley T. Smith, citadas por el Tesoro, la medida contra el exmandatario “enfatiza el papel significativo y desestabilizador que él y otras élites políticas corruptas han desempeñado en la perpetuación de la crisis actual en Haití“.
El vocero aseguró que EE.UU. está “comprometido” a desarticular las mafias que “facilitan el tráfico de drogas, la corrupción y otras actividades ilícitas que alimentan la horrible violencia de pandillas y la inestabilidad política”.
La sanción unilateral de Washington se sustenta en el supuesto de que la violencia de las pandillas y el “abuso de los derechos humanos en Haití” generan un ambiente “permisivo” para las actividades de narcotráfico, que en su criterio son avaladas por “las élites políticas y empresariales” de la isla caribeña.
“Martelly abusó de su influencia para facilitar el tráfico de drogas peligrosas, incluida la cocaína, destinadas a los EE.UU. Además, participó en el lavado de dinero proveniente de drogas ilícitas, trabajó con narcotraficantes haitianos y patrocinó varias pandillas”, reza el texto, que refiere la sanción previa emitida en contra del exmandatario por parte del Gobierno de Canadá, en noviembre de 2022.
A partir de ahora, tanto los bancos estadounidenses como particulares en EE.UU. tiene prohibidas las transacciones con Martelly, así como la compra o venta de “cantidades significativas de acciones o instrumentos de deuda” que involucren al expresidente, so pena de enfrentar sanciones civiles o penales.
Crisis en la nación
Haití vive una crisis sistémica, de profundas raíces históricas, que se ha agravado en los últimos años por desastres naturales y crisis políticas que tuvieron su punto más álgido tras el magnicidio contra Jovenel Moïse. Tras ese hecho, el país se mantiene en una espiral de violencia, potenciada por la toma de territorios por parte de las pandillas, que mantienen su ley de facto, mientras el Gobierno recién instaurado del primer ministro de Haití, Garry Conille, intenta restablecer el orden.