La finalización del programa de (FSV) luce como un problema para las familias de escasos recursos que no logran acceder a una vivienda en Panamá.
Tras acumular una deuda de unos 140 millones de dólares con distintas promotoras habitacionales, al menos hasta el mes de abril de 2024, el Gobierno Nacional decidió no renovar el Fondo Solidario de Vivienda (FSV) instaurado en 2011 y que venció el pasado mes de junio.
Parte del problema viene del descontrol explicado por el mandatario sobre la construcción de urbanizaciones a nivel nacional y que contrasta con la falta de viviendas que, según datos de la Contraloría General de la República, rondaría en las 300 000 familias.
En la Coordinadora Victoriano Lorenzo conocen muy bien el problema del déficit habitacional y desde ahí consideran que la eliminación del denominado bono de vivienda podría profundizar esta situación.
La iniciativa consistía en un adelanto de 10 000 dólares a aquellas promotoras con ofertas de vivienda en un tope de 50 000 dólares y que luego se extendió hasta los 70 000 dólares, aunque desde los sectores populares nunca lo observaron como una verdadera solución.
El subsidio se creó bajo la premisa de incentivar a las familias con limitaciones de presupuesto y aunque se estima que unas 200 promotoras fueron beneficiadas, hoy verían, con esta medida, dificultades para vender sus construcciones.
John Alonso, Ciudad de Panamá
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