El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, expresó la seguridad de que Estados Unidos y la OTAN abolieron el veto a los ataques ucranianos con misiles occidentales.
Moscú subraya que la decisión de permitir al régimen de Kiev el uso de armas de largo alcance contra el territorio ruso se tomó hace mucho tiempo.
Durante una mesa redonda dedicada a la crisis ucraniana, el canciller ruso cuestionó los recientes viajes de los jefes de política exterior de Estados Unidos y Reino Unido a Ucrania. Lavrov calificó estas visitas como un intento de maquillar la decisión de permitir al régimen de Kiev atacar Rusia con misiles occidentales de largo alcance, cuyo fin persigue la derrota estratégica de Moscú.
Lavrov precisó que los países de la OTAN también coordinan los ataques contra instalaciones civiles en el territorio ruso. En tal sentido, enfatizó que la Alianza Atlántica entrega a Kiev datos de sus satélites espías para determinar la ubicación de los objetivos en el interior de Rusia y atacarlos.
En tal sentido, el canciller ruso denunció que el número de ataques deliberados a la población e instalaciones civiles por parte de las fuerzas de Kiev, aumentan radicalmente día tras día.
En contraste, Lavrov aseguró que las Fuerzas Armadas rusas se limitan a atacar objetivos que están directamente relacionados con las operaciones bélicas, y las instalaciones de las que dependen las tropas ucranianas en la línea de contacto, sobre todo en territorio ruso y la región de Kursk.
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