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Los vínculos entre Caracas y Madrid se tensaron luego de que el Congreso español aprobara una resolución, no vinculante, para reconocer a Edmundo González como ganador de las elecciones del pasado julio.
La Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional de Venezuela presentó este martes ante el pleno del Legislativo un proyecto de acuerdo en el que se insta al Ejecutivo a evaluar, “en un tiempo perentorio, la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con el Reino de España”, informó el presidente del organismo, Jorge Rodríguez.
Según detallara el parlamentario, este planteamiento es una respuesta a la proposición de no ley aprobada en el Congreso español, en la que se pide al Gobierno encabezado por Pedro Sánchez reconocer como ganador de los comicios presidenciales venezolanos del pasado 28 de julio al excandidato Edmundo González Urrutia, quien se encuentra asilado en el país ibérico.
Rodríguez apuntó que entre los asuntos principales figura el rechazo categórico a “la nefasta resolución promovida por la derecha fascista del Congreso de los Diputados de España, así como exhortarlos a respetar la decisión del pueblo venezolano, que eligió soberanamente al ciudadano Nicolás Maduro Moros como presidente reelecto de la República Bolivariana de Venezuela”.
#AHORA 🇻🇪🇪🇸El presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, afirmó que el documento presentado por la Comisión de Política Exterior establece un lapso de tiempo para que el Ejecutivo tome una decisión sobre las relaciones con el gobierno español. 📹: RRSS pic.twitter.com/MHduRb9Sx6
— 2001online (@2001OnLine) September 17, 2024
Tensiones
Si bien la proposición aprobada por una mayoría de legisladores españoles no reviste carácter vinculante, generó malestar en Caracas, que respondió llamando a consultas a su embajadora en el país ibérico, Gladys Gutiérrez. Madrid aseguró que respetaba la “decisión soberana” de Venezuela, pero González Urrutia fue recibido tanto por el jefe de Gobierno, Pedro Sánchez, como por el canciller, José Manuel Albares.
En adenda, el pasado fin de semana, el ministro venezolano de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, informó de la detención de los ciudadanos españoles Andrés Martínez Adasme y José María Basoa Valdovinos, presuntos miembros del Centro Nacional de Inteligencia de España, vinculados a un plan terrorista. Desde la administración de Sánchez negaron los hechos y exigieron explicaciones al Gobierno venezolano.
Esta misma jornada, el canciller de Venezuela, Yván Gil, reportó que, a petición de la parte española, conversó telefónicamente con Albares. Entre otros puntos, advirtió que su país no toleraría “una escalada en las agresiones e injerencias desde España”, al tiempo que definió como “línea roja” el “desconocimiento” de “las instituciones constitucionales” venezolanas.
Adicionalmente, Gil manifestó que había puesto a su homólogo al corriente del desmantelamiento de “un plan terrorista que buscaba atentar contra el pueblo, asesinar al presidente, la vicepresidenta y otros funcionarios”, en el que estarían comprometidos Martínez Adasme y Basoa Valdovinos.
