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Pepe Escobar afirmó a RT que EE.UU. dio luz verde a la ofensiva israelí contra Hezbolá hace mucho tiempo y “no esta última semana”.
El analista geopolítico Pepe Escobar conversó con RT y comentó el inicio de las operaciones terrestres de Israel en el territorio del Líbano.
El experto subrayó que se trata de una “incursión” y no de una “invasión”, explicando que una incursión “es una versión corta y limitada de una invasión”, mientras que una invasión se haría con “diversos batallones de las FDI [Fuerzas de Defensa de Israel] con apoyo aéreo, invadiendo y tomando el territorio”. “Esto es lo que los israelíes quieren hacer. No será la realidad, porque tienen 50 kilómetros para avanzar en territorio controlado por Hezbolá”, donde todos “están armados hasta los dientes”.
De acuerdo con sus palabras, los militares israelíes “quieren transformar este territorio de 50 kilómetros en una nueva Gaza”. Indicó que esto es posible hacerlo en pueblos pequeños, pero no en aglomeraciones más grandes, ya que allí les esperan “armados y preparados”.
Escobar opinó que la ofensiva actual es básicamente “una expansión de lo que llamamos la guerra eterna americana“. “La lógica del sistema americano de expansión son guerras eternas”, afirmó.
En su opinión, EE.UU. dio luz verde a esta ofensiva contra Hezbolá semanas atrás y “no esta última semana”, y desde la Casa Blanca dijeron a los israelíes que “pueden hacer lo que quisieran”.
Una nueva ONU que sirva al “interés de la población global”
Comentando el llamado de Turquía para que Naciones Unidas avale el uso de la fuerza contra Israel y la posibilidad de tal escenario, Escobar lo considera “absurdo”. “Porque la ONU, lo que debería estar haciendo el Consejo de Seguridad de la ONU hoy, cuando hablamos, es condenar una invasión de un territorio soberano por Israel”, afirmó, agregando que el organismo internacional no va a hacerlo.
En este contexto, el analista recordó que en octubre se celebrará una cumbre del grupo BRICS en la ciudad rusa de Kazán y expresó su esperanza de que el bloque desempeñe un papel en la construcción de “un nuevo sistema”.
“Y este nuevo sistema de relaciones internacionales presupone una ONU verdadera, no localizada en Nueva York, localizada en uno de los países BRICS para un verdadero Consejo de Seguridad del interés de la población global y no del interés de Israel y de Estados Unidos, como es la ONU hoy”, defendió.
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