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El canciller Yván Gil respondió así a las declaraciones de su homólogo, José Manuel Albares.
El canciller de Venezuela, Yván Gil, rechazó este miércoles las posturas expresadas por el canciller de España, José Manuel Albares, y lamentó que ese país europeo se haya convertido “en el refugio preferido de narcotraficantes, asesinos y terroristas”.
En un mensaje de Telegram, Gil citó una noticia que aludía los dichos de Albares, quien tachó de “injurias y calumnias” los recientes señalamientos del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en contra del líder del opositor Partido Popular español, Alberto Núñez Feijóo.
“No sabemos si el señor Albares actúa por miedo a un poder más allá de su gobierno, o por convicción propia. Ahora parece orgulloso de colocarse a la derecha del Partido Popular“, expresó el diplomático venezolano.
La víspera, Maduro tachó a Feijóo de ser un “ladrón vinculado al narcotráfico”. Hoy, en una entrevista con Antena 3, Albares rechazó esas palabras y dijo que la política exterior de su país “saldrá siempre en defensa de los españoles”.
Para Gil, ese posicionamiento muestra que Albares ha sido “chantajeado por los extremistas de ultraderecha” para, en sus palabras, convertir a España en “el refugio preferido de narcotraficantes, asesinos y terroristas que han hecho mucho daño en Venezuela”.
“¡Ya basta de tantas ofensas!”, sentenció el canciller venezolano, quien recalcó que su país sabrá hacer respetar su soberanía. “Hace más de 200 años echamos al imperio español de nuestras tierras, conquistamos nuestra independencia a sangre y fuego”, indicó.
Después de defender al líder del PP, Albares pidió a ese partido conservador rechazar de la misma manera los “insultos” esgrimidos en contra del presidente de Gobierno de España, Pedro Sánchez, o cualquier otro funcionario. “Yo recibí también palabras tremendas por parte de Maduro, [que] me tildaba de canciller colonialista (…) No oí nunca al Partido Popular salir en defensa de las instituciones “, recordó.
El cruce entre Venezuela y España ocurre en momentos en que la derecha española intenta capitalizar políticamente el asilo al opositor venezolano Edmundo González, quien huyó a Madrid tras reconocer la victoria electoral del presidente, Nicolás Maduro.
En paralelo, las autoridades del país suramericano detuvieron a dos ciudadanos españoles, sospechosos de espionaje y de planificar un presunto magnicidio en contra del presidente y de otros líderes del chavismo.