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La limpieza y desinfección regular de la casa son la mejor garantía en la lucha contra los microbios.
Tenemos la costumbre de pensar que el lugar más sucio de la casa es el baño, aunque también acumulan suciedad muchos otros rincones del hogar en los que no solemos reparar tanto. Estos son los diez lugares donde más se esconden los microbios domésticos, según un estudio que recoge el sitio de Dettol, fabricante de productos de desinfección.
Estropajo
Tras usar la esponja de cocina para limpiar platos, cacerolas, sartenes y superficies con un agente limpiador desinfectante, mucha gente olvida lavarla a fondo, algo necesario, pues acumula gran cantidad de microorganismos potencialmente perjudiciales para la salud. Las condiciones húmedas crean un entorno ideal para la multiplicación de bacterias, favoreciendo su rápido crecimiento.
Para resolver el problema, el sitio aconseja dejar la esponja en remojo en una solución de agua caliente y vinagre blanco que conviene cambiar con regularidad.
Fregadero
El uso frecuente y el ambiente húmedo del fregadero de la cocina constituye una fuente de gérmenes y de bacterias. Cuando platos con partículas de comida permanecen allí durante demasiado tiempo, los microbios se activan y propagan más rápidamente.
Al menos una vez al día, conviene e limpiar el fregadero y su colador con agua caliente y una solución desinfectante. Además, los especialista recomiendan no dejar platos o utensilios sucios usados en el fregadero durante largo período de tiempo y aconsejan eliminar las partículas de comida después de usar cada plato.
Tabla de cortar
Las tablas usadas para cortar carne, pescado o marisco acumulan microorganismos potencialmente perjudiciales. Cuando se usa la misma tabla para cortar otros alimentos, como frutas o verduras, las bacterias pueden afectar a esos productos, lo que supone un riesgo para la salud.
Para desinfectar la tabla, recomiendan lavarla con agua caliente y un líquido antiséptico. Asimismo, es deseable usar tablas diferentes para cada tipo de comida.
Mando de la tele
El mando de la tele también se convierte en portador de bacterias, ya que solemos usarlo mientras comemos, después de lo cual lo dejamos en algún lugar donde acumulará bacterias.
En este caso, los especialistas recomiendan frotar la superficie del mando con algodón empapado en líquido desinfectante.
Manija del grifo
Solemos abrir el grifo del baño con las manos sucias y la mayoría olvidamos limpiarlo antes de cerrarlo. De esa forma, los gérmenes llegan de nuevo a las manos limpias. Es aconsejable limpiar las manijas del grifo frecuentemente con una solución desinfectante.
Portacepillos de dientes
El portacepillos de dientes acumula restos de crema dental mezclados con gotas de agua, donde se generan gérmenes que pueden entrar fácilmente en la boca a través del cepillo de dientes. La mejor forma de mantenerlo libre de microbios es limpiarlo con agua caliente y jabón o en el lavavajillas.
Cuencos y juguetes para mascotas
Para preservar la salud de nuestras mascotas se recomienda lavar a diario sus cuencos de comida y agua. Será suficiente lavar sus cuencos con agua caliente usando una esponja y jabón para platos. Además, es necesario limpiar los juguetes de la mascotas después de su uso.
Picaportes e interruptores de luz
Picaportes e interruptores de la luz o del ventilador también son zonas de alto riesgo de acumulación de microbios en el hogar. Para proteger el hogar de gérmenes hay que limpiar a diario los picaportes y los interruptores con toallitas desinfectantes.
Teclado del ordenador
En los intersticios del teclado se acumulan con facilidad polvo y suciedad. Asimismo, los microbios se transmiten fácilmente de una persona a otra por medio del teclado. Para evitarlo, podemos agitar el teclado boca abajo para eliminar algunas migas, usar una pequeña aspiradora eléctrica o un soplador de aire, además de limpiarlo con paños y con una solución desinfectante.
Perillas o mandos de la cocina
La grasa y restos de alimentos se adhieren a las perillas de la cocina. Mientras cocinamos, podemos tocarlas con las manos sucias o bien algún tipo de líquido puede deslizarse y caer bajo ellas. No las limpiamos a diario, lo que permite que los gérmenes se propaguen. Los especialistas aconsejan limpiar los mandos de la cocina con agua caliente y jabón al menos una vez por semana.