La entrega sistemática de la soberanía argentina por parte del gobierno de Javier Milei, lleva a que sean organizaciones civiles y profesionales quienes defiendan y difundan la importancia de la presencia de Argentina en el continente Antártico.
La primera presencia argentina oficial en aguas antárticas fue en 1815, durante la Guerra de la Independencia, cuando el entonces Coronel de Marina Guillermo Brown, a bordo de la fragata Hércules, fue impulsado por un temporal hacia el continente blanco. La República Argentina tiene presencia permanente en la Antártida desde 1904, la más antigua de ese continente, en la base Orcadas del Sur.
Proyección antártica de la República Argentina, que debería empezar a través de los planes educativos de las escuelas primarias.
Una de las cosas que tenemos que trabajar mucho es en el mapa bicontinental efectivamente. Difundirlo, trabajarlo, que llegue a todas las escuelas, y después trabajar en ciencias biológicas, en las materias habituales de las escuelas, primaria, secundaria y todo, los contenidos relacionados con el continente Antártico.
Sin embargo, una serie de factores que incluyen a la injerencia externa, ha distanciado a la población argentina, sobre el conocimiento de su importancia geoestratégica de la mayor reserva de agua dulce del mundo.
La lejanía de difícil acceso, y las tensiones geopolíticas que hay con Inglaterra en el atlántico sur, eso hace que la situación sea compleja. La Argentina es un país de paz, que desarrolla tareas científicas muy importantes, y las potencias como Inglaterra y estados unidos realizan tareas científicas dentro del marco de convenio Antártico, pero sus barcos siempre portan elementos que no son sólo científicos y eso es un gran problema.
Sebastián Salgado, Buenos Aires.
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