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Hasta la fecha, la iniciativa urbanística ha facilitado la construcción, el financiamiento y la entrega de más de 5.200 viviendas y cerca de 2.600 lotes en Nicaragua.
El programa Bismarck Martínez, un proyecto habitacional de interés social en Nicaragua, ha entregado miles de viviendas y se ha convertido en una oportunidad para muchas familias para dejar de alquilar y salir de la incomodidad que producen los espacios compartidos.
Hasta la fecha, el programa ha facilitado la construcción, financiamiento y entrega en cinco urbanizaciones de Managua de más de 5.200 viviendas y cerca de 2.600 lotes. De estos, un 60 % han sido destinados a mujeres, reconociendo su rol fundamental en la construcción de hogares y en la creación de comunidades prósperas.
“Hoy por hoy, me siento como mujer realizada, como madre. Mis hijos tienen una vivienda digna donde estar, sin que nadie me les diga nada. Ese es el sueño de una mujer, tener su propia casa”, afirma Karen Rivas, quien recibió hace tres años las llaves de la que ahora es su casa.
El plan residencial se implementa a través de la coordinación entre las alcaldías y el Instituto Nicaragüense de Vivienda Urbana y Rural (Invur) y ofrece una gama de ventajas. Así, los beneficiarios tienen un período de gracia de seis meses antes de comenzar los pagos y la posibilidad de acceder a un fideicomiso con una tasa de interés fija del 7,25 % durante los 20 o 25 años de vigencia del crédito, entre otros. La información sobre las opciones habitacionales es de acceso público, se obtiene en ferias nacionales y en áreas especializadas de atención.
El programa Bismarck Martínez empezó en la capital y se extendió rápidamente por todo el país. Está inspirado en un trabajador de la Alcaldía de Managua asesinado en 2018 durante el fallido intento de golpe de Estado, y se enfoca en ofrecer una infraestructura cómoda para el bienestar de los ciudadanos. De esta manera, ha fortalecido los esfuerzos del Gobierno de Daniel Ortega, que ha entregado más de 140.000 viviendas en los últimos 17 años.
De acuerdo con Reyna Rueda Alvarado, el proyecto de la preocupación de atender a “esas miles de familias que vivían en puntos críticos y altamente vulnerables”. “Es parte de la política que está enmarcada dentro de nuestra ley 677, el poder otorgarle a la familia una facilidad para acceder a un crédito es muy importante”, añade al respecto Gabriela Palacios, directora del Invur.
La iniciativa urbanística integra también servicios esenciales como unidad de salud, delegación policial, estación de bomberos y unidades de transporte para facilitar la vida de los habitantes. Más que techos y paredes, el programa es estabilidad y seguridad.
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