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El puesto será para Kash Patel, “un brillante abogado, investigador y luchador de ‘Estados Unidos primero'”, anunció este sábado el futuro presidente.
El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, anunció este sábado la nominación de su leal partidario, Kash Patel, para ocupar el cargo de director del FBI en la futura Administración.
“Me enorgullece anunciar que Kashyap ‘Kash’ Patel será el próximo director de la Oficina Federal de Investigaciones. Kash es un brillante abogado, investigador y luchador de ‘Estados Unidos primero’ que durante toda su carrera ha expuesto la corrupción, ha defendido la justicia y ha protegido al pueblo estadounidense”, escribió el político en su cuenta de Truth Social.
Trump continuó halagando a Patel: “Hizo un trabajo increíble durante mi primer mandato, donde se desempeñó como jefe de Gabinete en el Departamento de Defensa, director adjunto de Inteligencia Nacional y director principal de Contraterrorismo en el Consejo de Seguridad Nacional”. “Kash también ha participado en más de 60 juicios con jurado”, destacó el republicano.
“Este FBI pondrá fin a la creciente epidemia de delincuencia en Estados Unidos, desmantelará las bandas criminales de inmigrantes y detendrá el malvado flagelo del tráfico de personas y drogas a través de la frontera. Kash trabajará bajo la dirección de nuestra gran fiscal general, Pam Bondi, para devolver la fidelidad, la valentía y la integridad al FBI”, agregó Trump.
Desmontando el ‘Russiagate’
Patel desempeñó un papel clave en la denuncia de los intentos de los demócratas de acusar a Trump de tener vínculos con Rusia. Como miembro del personal del Comité de Inteligencia del Congreso, fue coautor del ‘Nunes memo’, un documento que sostenía que la investigación del FBI sobre la “injerencia rusa” en los asuntos de Estados Unidos era de carácter político.
Un museo del ‘deep state’ en el lugar del edificio del FBI
Además, el posible jefe del FBI propone un replanteamiento radical del papel de esa institución y de sus funciones. “El mayor problema que ha tenido el FBI, ha salido de sus talleres de inteligencia. Yo eliminaría ese componente. Cerraría el edificio Hoover del FBI el primer día y lo reabriría al día siguiente como museo del ‘deep state'”, afirmó Patel en septiembre.
“Y cogería a los 7.000 empleados que trabajan en ese edificio y los enviaría por toda América [EE.UU.] a perseguir delincuentes. Vayan a ser policías. Ustedes son policías. Vayan a ser policías”, añadió.
Asimismo, en su libro del 2023 titulado ‘Gánsteres del Gobierno: El ‘deep state’, la verdad y la batalla por nuestra democracia’, Patel exige ‘‘una limpieza exhaustiva” del Departamento de Justicia, argumentando que ha protegido a miembros de alto rango del Partido Demócrata, no ha procesado a las personas que filtraron información durante la primera administración Trump y ha atacado injustamente a los republicanos y sus aliados.
Nombramientos a un ritmo récord
Con esa nominación, Trump reemplazará del cargo al director actual, Christopher Wray, antes de que expire su mandato. A Wray todavía le quedan tres años del periodo de 10 para el que fue elegido, por lo que se verá obligado a renunciar o a ser despedido para crear una vacante.
Sin embargo, pese a la mayoría republicana en el Senado, aún no está claro si la candidatura de Patel será confirmada. AP señala que Trump “ha planteado la posibilidad de utilizar nombramientos realizados en receso para impulsar sus selecciones”.
Anteriormente, se informó que el mandatario electo de EE.UU. está nombrado a los miembros de su gabinete a un ritmo récord. Según David Marchick, decano de la Escuela de Negocios Kogod de la Universidad Americana y experto en transiciones presidenciales, el ritmo al que Trump nomina los miembros de su Gobierno es cinco veces mayor de lo que lo hizo el actual líder estadounidense, Joe Biden, y cuatro veces mayor que su propio ritmo de nombramientos en el primer mandato.
El experto indicó que ese ritmo tan acelerado puede tener dos explicaciones. La primera es que el republicano “tiene la mejor y más eficiente transición de la historia” y la segunda, que “está saltándose todas las normas y haciendo selecciones sobre la marcha sin análisis preliminares, investigación o consultas al Senado”, aseveró Marchick.