La breve imposición de una ley marcial por parte del presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ha provocado una tormenta política que amenaza su futuro.
La oposición en el Parlamento ha presentado una moción de destitución y la gente en las calles piden que deje su cargo.
Se profundiza la crisis política en Corea del Sur. Después de que este miércoles, los legisladores presentaran una moción para destituir al presidente Yoon Suk Yeol, también el líder del partido gobernante en Corea del Sur, Han Dong-hoon, pide al mandatario que deje la formación. Pero no solo esto. Las calles del país también son escenario de masivas protestas contra el impopular mandatario conservador.
Los manifestantes se reunieron otra vez frente a la Asamblea Nacional mientras los legisladores dijeron que votarían este fin de semana, para destituir al presidente por su intento de imponer la ley marcial por primera vez desde 1980.
Entre tanto, la policía de Corea del Sur dijo que ha iniciado una investigación contra el presidente por supuesta insurrección en la declaración de la ley marcial, mientras que muchos acusan al mandatario de intentar evadir investigaciones penales sobre él y su familia imponiendo esta legislación.
Si se aprobara la moción presentada por los opositores, el presidente quedaría suspendido y sería sustituido por el primer ministro a la espera de un veredicto de la Corte Constitucional en un plazo de 180 días. Si los jueces dan luz verde, se convocarían elecciones presidenciales en un máximo de 60 días.
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