La asociación entre Irán y Rusia es más que una alianza bilateral; es una piedra angular de un giro global hacia un nuevo orden mundial.
Por: Nahid Poureisa *
La Revolución Islámica de 1979 en Irán marcó un momento transformador, basado en los principios de justicia, igualdad y la liberación de las naciones del control imperialista.
Representó un rechazo a la colonización y explotación occidental, con el objetivo de crear un mundo en el que se defendieran la soberanía y la dignidad humana, libres de interferencia extranjera.
Los valores de la gran revolución—autosuficiencia, resistencia al imperialismo y solidaridad con la Mayoría Global— siguen guiando hoy en día el enfoque de Irán hacia las relaciones internacionales.
A medida que Irán se aproxima al 46.º aniversario de la Revolución Islámica de 1979, se presenta como una potencia regional y aliada de naciones que comparten su visión de un orden global justo.
Semanas antes de este aniversario, Irán ha reafirmado su asociación estratégica con Rusia, enviando un mensaje claro al mundo: no solo es una fuerza regional, sino que también tiene poderosos socios globales, trazando su propio camino hacia la visión mundial que la revolución de 1979 había imaginado.
Los presidentes de ambos países firmaron el viernes un acuerdo integral de asociación estratégica para la cooperación a largo plazo, que el presidente iraní, Masud Pezeshkian, afirmó que fue redactado en función de los intereses mutuos de ambas naciones.
Irán y Rusia han compartido durante mucho tiempo una estrecha asociación, particularmente en los ámbitos militar, nuclear y de tecnologías de defensa. Sin embargo, su alianza en evolución va mucho más allá de estos campos, remodelando la geopolítica regional y creando un bastión para la Mayoría Global, naciones que buscan un orden mundial democrático en el que se prioricen la justicia y la soberanía.
Esta asociación es un paso esencial para desafiar las estructuras imperialistas que dominan la política global.
Las asociaciones estratégicas se construyen sobre la colaboración en defensa, pero también sobre la alineación de intereses económicos y geopolíticos. Durante años, Irán ha soportado los duros impactos de las sanciones occidentales.
Las negociaciones con las potencias imperiales han sido infructuosas, como lo demuestra la violación de acuerdos por parte de Estados Unidos que Irán había firmado de buena fe. Ahora, Irán se enfoca en la autosuficiencia y el desarrollo de asociaciones que se alineen con su visión de un orden mundial democrático.
Las sanciones draconianas impuestas por las potencias occidentales son parte de un proyecto imperialista más amplio. Aunque afirman participar en la diplomacia, continúan habilitando la injusticia globalmente, como se ve en Palestina. Esta dura realidad subraya la urgencia de buscar alianzas confiables con países que compartan la visión de Irán por un orden mundial más justo.
Si las potencias imperialistas no son nuestros aliados, ¿quiénes lo son? Los verdaderos aliados de Irán se encuentran en la Mayoría Global, incluidas naciones como Rusia, China y otros países del Sur Global.
Estos países comparten la visión de Irán por un orden mundial democrático, uno en el que se respeten los derechos humanos y se mantenga la soberanía. Esta visión está arraigada en los valores de la Revolución Islámica de 1979, que luchó por los derechos de la mayoría, no de la élite, y por un mundo libre de deuda y subyugación.
🇮🇷🇷🇺Putin y Pezeshkian firman acuerdo histórico de cooperación Rusia-Irán
🤝 El presidente de Rusia e Irán han firmado este viernes un nuevo acuerdo de asociación estratégica que impulsará las relaciones bilaterales a nuevas alturas.
🔗👉🏻 https://t.co/TZUS134xI3 pic.twitter.com/KMMtccvpji
— HispanTV (@Nexo_Latino) January 17, 2025
La asociación Irán-Rusia se basa en principios compartidos y una resiliencia mutua:
- Oposición al orden mundial unipolar: Tanto Irán como Rusia se oponen a la dominación de cualquier superpotencia, especialmente Estados Unidos. Juntos, buscan usar su asociación estratégica para desafiar el orden mundial unipolar y fomentar un sistema global más equilibrado. Al alinear sus esfuerzos, Irán y Rusia amplifican su influencia y luchan por un orden global que promueva una mayor soberanía para las naciones, reduciendo el control de una sola potencia dominante.
- Resistencia a la expansión de la OTAN: La expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) representa un desafío directo para la seguridad regional de Irán y Rusia. Mientras que Rusia ve a la OTAN como una amenaza para sus fronteras, Irán considera que la incursión de la OTAN en Asia Occidental es desestabilizadora. Ambos países están unidos en su oposición a la militarización de la OTAN.
- Defensa de la desdolarización: Un compromiso compartido con la desdolarización es fundamental para la asociación Irán-Rusia. Ambas naciones han sido gravemente afectadas por sanciones que utilizan el dólar estadounidense como herramienta de guerra económica. Al trabajar juntas para establecer sistemas financieros alternativos, buscan reducir la dependencia del dólar y desafiar su hegemonía. Este esfuerzo no solo representa una estrategia económica, sino un acto político de resistencia contra la dominación occidental.
- Enriquecimiento de recursos naturales: Tanto Irán como Rusia son ricos en recursos naturales, lo que las convierte en actores centrales de su fortaleza económica y estratégica. Rusia es el segundo mayor exportador mundial de gas natural y el tercer mayor productor de petróleo. Irán, con sus vastas reservas de petróleo y gas, ha fortalecido su economía a pesar de las sanciones. Además, ambos países tienen industrias petroquímicas robustas. Irán es un actor clave en el mercado petroquímico de Asia Occidental, exportando productos por un valor de alrededor de 10 mil millones de dólares anuales, mientras que el sector petroquímico de Rusia genera más de 50 mil millones de dólares al año. Estos recursos naturales no solo alimentan sus economías, sino que también proporcionan apalancamiento en el mercado global de energía, fortaleciendo su asociación estratégica.
- Corredores geopolíticos y conectividad regional: Más allá de los lazos defensivos y económicos, Rusia e Irán están colaborando en importantes proyectos de infraestructura como el Corredor de Transporte Norte-Sur (NSTC, por sus siglas en inglés), que busca mejorar el comercio y la conectividad regional entre Irán, Rusia y regiones vecinas, particularmente Asia Central y el subcontinente indio. El NSTC reducirá significativamente los costos de envío y el tiempo de tránsito al proporcionar una ruta alternativa que evite la tradicional ruta del Canal de Suez, controlada por las potencias occidentales.
La asociación Irán-Rusia es un poderoso ejemplo para la Mayoría Global, ofreciendo un modelo para que las naciones resistan el imperialismo y desafíen el statu quo:
- Un ejemplo concreto de soberanía: La colaboración exitosa entre Irán y Rusia inspira a otras naciones a afirmar su soberanía y resistir las presiones externas. Ambos países han soportado sanciones, pero han optado por luchar, negándose a cumplir con las demandas occidentales. Esta resistencia ofrece esperanza y un plan para que otras naciones, especialmente aquellas del Sur Global, sigan caminos de autosuficiencia, hagan crecer sus economías y desarrollen tecnologías en sus propios términos.
- Acuerdos trilaterales: Las relaciones crecientes de Irán con Rusia y China crean oportunidades para acuerdos trilaterales que refuercen la resistencia colectiva contra las potencias imperialistas. Al alinear sus intereses políticos, económicos y estratégicos, estos tres países forman un frente unido que desafía las estructuras de poder globales existentes. Esta cooperación ofrece una plataforma para que otras naciones se unan, ampliando la influencia de la Mayoría Global y promoviendo un sistema global más justo.
- Fortalecimiento de los BRICS: Los lazos más estrechos entre países sancionados como Irán y Rusia están acelerando la creación de un sistema financiero alternativo dentro del marco de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Los BRICS, que representan más del 40 % del PIB mundial, son un posible desafío al sistema financiero dominado por Estados Unidos. Al cooperar en comercio, inversión y transacciones financieras, estos países están sentando las bases para un sistema de pagos alternativo que evite instituciones controladas por Occidente como la Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales (SWIFT, por sus siglas en inglés) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). El poder colectivo de los BRICS puede desmantelar la hegemonía del dólar estadounidense y crear una plataforma comercial más justa para todas las naciones.
La asociación Irán-Rusia es una piedra angular del giro global hacia un mundo democrático. Junto con otras naciones de la Mayoría Global, Irán y Rusia están desmantelando las estructuras imperialistas de control, incluido el FMI y el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI o FATF, por sus siglas en inglés). Una economía desdolarizada ofrece estabilidad, protege a las naciones de las sanciones y promueve un desarrollo equitativo.
Esta asociación es más que una alianza bilateral; es un faro de esperanza para las naciones que buscan independencia de las potencias imperialistas. Juntos, Irán, Rusia y sus aliados están construyendo un futuro donde prevalezcan la soberanía, la igualdad y la justicia.
Este es el legado de la Revolución Islámica de 1979, que estuvo fundamentada en los principios del antimperialismo, la autosuficiencia y la justicia social. La revolución luchó por el reconocimiento de los derechos de los oprimidos, por la liberación de las naciones del dominio extranjero y por un mundo donde todos los países pudieran trazar su propio rumbo.
Este espíritu revolucionario sigue guiando a Irán mientras trabaja para establecer un orden mundial democrático—uno en el que la dignidad y la prosperidad de todas las naciones prevalezcan sobre los intereses de las potencias imperialistas.
* Nahid Poureisa es una analista iraní e investigadora académica centrada en Asia Occidental y China.
Texto recogido de un artículo publicado en Press TV.