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Los hechos ocurrieron durante la liberación de Antónovka, en la República Popular de Donetsk.
El comandante de un grupo de asalto del 33.º regimiento de la agrupación de tropas rusas Sur (Yug) contó a RT cómo salvó a un compañero de armas gravemente herido, llevándolo sobre sus hombros fuera del campo de batalla después de completar una misión y a pesar de que también estuviera herido.
El grupo de asalto a cargo del comandante, conocido como ‘Pelei’, recibió en noviembre la orden de liberar la localidad de Antónovka, en la República Popular de Donetsk. “Cuando entramos al pueblo, nos empezaron a atacar con drones y artillería“, recordó durante la entrevista.
Heroísmo en el campo de batalla: comandante ruso salva a compañero herido El comandante del 33.º regimiento de la agrupación de tropas rusas Sur (Yug), conocido como ‘Pelei’, narró cómo rescató a un compañero gravemente herido durante una misión en Antónovka, República Popular… pic.twitter.com/j8W3pjgRr6
— Sepa Más (@Sepa_mass) January 20, 2025
Bajo el intenso fuego enemigo, los militares rusos resultaron heridos pero continuaron con la misión. Uno de los compañeros de ‘Pelei’ sufrió heridas en ambas piernas y no podía caminar. “Uno fue herido en el cuello, otro tenía heridas graves: en el pie, en la rodilla, en la pierna”, evocó el comandante, quien también fue herido en el codo.
“Lo cargué sobre mis hombros y así lo llevé“, dijo ‘Pelei’, señalando que en ningún momento pensó en abandonar a un compañero herido. “¿Dejarlo ahí? Lo quieras o no, tengas miedo o no, hay que sacar [de allí] a tu compañero”, indicó.
“No hay otra manera”
Otro militar cargaba el equipo del grupo y llegaron hasta una casa, donde se vendaron sus heridas, comunicaron a los comandantes sobre la misión cumplida y recibieron la orden de regresar a sus posiciones.
‘Pelei’ cargó a su compañero herido más de un kilómetro, hasta que los recogió el equipo de evacuación. “No podía caminar en absoluto; tuve que cargarlo sobre mi espalda y llevarlo”, reiteró.
Además, aseveró que no habría podido mirar a la gente a los ojos si hubiera abandonado a su compañero de armas. “No hay otra manera. Estábamos todos juntos en el lugar, todos habíamos acordado regresar y regresamos juntos”, concluyó.