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Según expertos, algunas empresas estadounidenses podrían renunciar a hacer negocios en México para no arriesgarse a sanciones.
La decisión del nuevo presidente de EE.UU., Donald Trump, de designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras podría afectar a la economía del país norteamericano.
De acuerdo con analistas y exfuncionarios estadounidenses, citados por The New York Times, la orden ejecutiva firmada por Trump en su primer día como mandatario, podría llevar a que algunas empresas estadounidenses renuncien a hacer negocios en México —el mayor socio comercial de bienes de EE.UU.—, para no arriesgarse a sanciones por parte de Washington.
Según explican los expertos, los cárteles han extendido sus operaciones mucho más allá del tráfico de drogas y el contrabando de personas; puesto que han penetrado en la economía legal, entre otras cosas, para blanquear dinero, atravesando diferentes industrias. Incluso, sería casi imposible identificar qué empresas pueden emplear a miembros de un cártel o estar afiliadas a ellos.
Entonces, las empresas estadounidenses podrían estar negociando con compañías mexicanas sin tener conocimiento de que esté siendo controlada por un cártel. En caso de sanciones, podrían resultar afectadas.
Pablo Zárate, director gerente de FTI Consulting, entrevistado por el mencionado medio, dijo que incluso algunos pagos de extorsión, aunque se realicen bajo coacción, podrían considerarse “apoyo material” a las organizaciones criminales.
Por otro lado, desde el sector financiero también podrían negarse a transferir dinero a firmas mexicanas, para evitar riesgos. En ese sentido, según opina Eric Jacobstein, antiguo funcionario del Departamento de Estado en la administración de Joe Biden, además de las empresas estadounidenses, “los bancos pueden rechazar a sus clientes porque no creen que merezca la pena correr el riesgo si tienen vínculos con México”.
De igual forma, podrían verse afectadas las compañías estadounidenses que dependen de la mano de obra mexicana, ya que habría posibles sanciones para estas si sus empleados mandan remesas a familiares en México que estén implicados con los cárteles. En la misma línea, las empresas de transferencia de dinero podrían decidir detener las transacciones.
Relación y cooperación
Por otra parte, la decisión de Trump podría allanar el camino para que EE.UU. despliegue fuerzas dentro de México contra organizaciones criminales sin el consentimiento del gobierno mexicano. Esto, según los expertos, podría derivar en que el país latinoamericano ponga fin a la cooperación con Washington en su lucha contra los cárteles.
“Una acción unilateral sería catastrófica (…) Desmantelaría cualquier colaboración y décadas de esfuerzos republicanos y demócratas para construir una relación de defensa con México”, manifestó Craig Deare, exagregado militar en la Embajada de EE.UU. en México en la década de 1990.
Samantha Sultoon, asesora principal sobre política de sanciones y financiación de amenazas en las administraciones de Trump y Biden, comentó que esa designación han querido hacerla antes en diferentes gobiernos y en el Congreso, independientemente de su inclinación política, pero no lo hacían al analizar “cuáles serían las implicaciones en las relaciones comerciales, económicas y financieras entre México y EE.UU.”.
Sin embargo, consideró que las gestiones anteriores veían la relación entre ambos países “de manera muy diferente a como parece hacerlo la administración entrante de Trump”.