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“Hay motivos para preocuparse”, señaló el portavoz presidencial ruso.
La tensión que preside el clima global es motivo de inquietud, admitió el miércoles el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, al comentar el cambio de posición de las manecillas del denominado Reloj del Juicio Final.
“El hecho de que el ambiente sea realmente extremadamente tenso y de que el número de conflictos, tanto congelados como aún sin resolver, y de conflictos candentes, exceda los límites, es realmente cierto. Por supuesto que hay motivos para preocuparse“, dijo Peskov.
La jornada anterior, el Boletín de los Científicos Atómicos anunció que las manecillas del reloj se encuentran ahora a tan solo 89 segundos de la medianoche, que simboliza el momento del ‘apocalipsis’, siendo este el punto más cercano a la catástrofe en la historia de este marcador.
El proyecto del Reloj del Juicio Final fue creado en 1947 por un grupo de físicos de la Universidad de Chicago (EE.UU.), que en la portada de su Boletín de Científicos Atómicos empezaron a publicar la imagen de un reloj que se convirtió en un indicador de la vulnerabilidad del mundo, reflejando el grado de amenaza de la proliferación nuclear y del calentamiento global. Cuando apareció por primera vez, sus manecillas estaban a siete minutos de la medianoche.
Ya en 1953, después de que EE.UU. y la URSS probaran sus artefactos termonucleares, el Reloj del Juicio Final marcó las 23:58, hora a la que volvió en 2018 y 2019. El año más tranquilo fue 1991, cuando las manecillas marcaron 17 minutos hasta el momento del cataclismo nuclear. La decisión de cómo mover las manecillas es tomada por la junta del Boletín de Científicos Atómicos junto con expertos invitados, entre los que se incluyen varios premios Nobel.