El Gobierno cubano ha implementado medidas dirigidas a la captación, gestión y control de divisas, para impulsar la producción nacional y estabilizar la economía.
Estas acciones de dolarización parcial buscan fortalecer los ingresos en moneda extranjera y fomentar el encadenamiento productivo entre los distintos sectores de la economía, han declarado autoridades de la isla caribeña a la televisión nacional cubana.
Como parte de la estrategia para captar más divisas, La Habana ha autorizado la apertura de establecimientos comerciales que venden productos en dólares estadounidenses, tanto en efectivo como a través de tarjetas electrónicas. Inicialmente, estos comercios se han concentrado en zonas turísticas, pero se prevé su expansión progresiva al resto del país.
Asimismo, se ha permitido la aceptación de efectivo en dólares en un conjunto de comercios, con la intención de canalizar el circulante en la divisa estadounidense que actualmente se encuentra fuera del sistema financiero formal. El Gobierno cubano también trabaja en mecanismos para canalizar las remesas que ingresan a la isla hacia el sistema bancario estatal, garantizando una mayor disponibilidad de divisas.
Para mejorar la administración de las divisas disponibles, se inauguró un nuevo mecanismo de asignación y gestión de recursos financieros para los distintos actores de la economía. Esta transformación del mercado cambiario busca regular y optimizar el flujo de divisas.
Entre los avances más significativos en materia económica, el Gobierno cubano ha logrado reducir el déficit fiscal en más del 39 % en 2024, un paso clave para la estabilidad financiera del país. Como parte del rediseño de la política de subsidios, se está promoviendo un enfoque basado en la asistencia directa a las personas en lugar de subsidiar productos, con el fin de optimizar el uso de los recursos del Estado.
Otras estrategias económicas mencionadas como prioridad del Gobierno son el impulso a la producción nacional, el fomento de las exportaciones de bienes y servicios, el encadenamiento productivo entre empresas estatales y sector privado, reforzar la producción agropecuaria y reducir la dependencia de importaciones.
Si bien el objetivo final del Gobierno es avanzar hacia la desdolarización de la economía, se considera que esta fase de dolarización parcial es una herramienta necesaria para captar divisas, reactivar sectores productivos y sentar las bases para la estabilidad económica a largo plazo. Las medidas implementadas continúan en evaluación permanente, con el propósito de garantizar su efectividad y responder a los desafíos del contexto actual.
La economía de Cuba sufre de manera permanente el impacto del bloqueo impuesto por los Estados Unidos a la Isla, una política que data de más de seis décadas en su aplicación. El pasado año, por ejemplo, los daños por el bloqueo de EE.UU. aumentaron en $ 189,8 millones, según el informe presentados por La Habana a Naciones Unidas.
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