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La empresa decidió cerrar sus plantas debido a los altos costos de producción y a las actividades sindicales que se traducían en “constantes paradas de producción”.
La multinacional automotriz japonesa Yazaki anunció este jueves que pone fin a sus operaciones en Uruguay y que cierra las dos plantas que tiene en el país latinoamericano, en Las Piedras y Colonia, donde trabajan más de mil empleados.
“La decisión se debe a los altos costos de producción de la operación en Uruguay, que afectan significativamente a las posibilidades de la empresa de competir en los mercados globales, y a las constantes paradas de producción dispuestas por el sindicato, que ponen en riesgo el cumplimiento de la entrega de productos a los clientes de Yazaki”, explicó la compañía en un comunicado al que accedió Ámbito.
Tras 17 años de trabajo en Uruguay, Yazaki decidió trasladar su producción en ese país a Paraguay y, en menor medida, a Argentina. Presente en Uruguay desde 2007, fabricaba principalmente arneses de cables automotrices, así como medidores, componentes electrónicos y otras piezas que luego eran incorporadas en la línea de ensamblaje de Toyota.
El presidente electo de Uruguay, Yamandú Orsi, explicó este viernes ante la prensa en la Fiesta del Pollo y la Gallina en San Bautista que “este tipo de industrias en Uruguay corre con desventaja comparado con lo que puede ser Paraguay fundamentalmente, o Brasil y Argentina”, recoge Caras y Caretas.
“Se ha podido sostener desde que apareció en Uruguay la empresa, el Estado con el Ministerio de Transporte en su momento y con nosotros pudimos generar las condiciones para que se instalara, para que se sostuviera, incluso hasta modificando el comodato, pero bueno, llegaron a un punto donde ellos sostienen que prefieren irse a un lugar donde los costos sean más bajos, básicamente”, aclaró en referencia a Yazaki.
Orsi puntualizó que no es ninguna novedad al afirmar que se trata del “tema de la competitividad” y que Wtiene que ver con los costos”. “Si bien estamos de repente hablando de nuevas tecnologías que llegan a Uruguay y que aterrizan pensando en el futuro, como pueden ser los ‘datacenters’ o todas las tecnologías nuevas, también tenés la industria tradicional, en este caso autopartista, que la viene remando”, afirmó.
“Es un sector de la economía que tiene dificultades de carácter estructural y que tenemos que ser muy creativos”, concluyó el presidente electo.