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El sacerdote ya ha sido sancionado por su lenguaje altisonante.
El sacerdote mexicano Alfredo Gallegos Lara, mejor conocido como ‘Padre Pistolas’, volvió a generar una fuerte polémica al criticar a los políticos opositores al Gobierno de Claudia Sheinbaum que respaldan al presidente de EE.UU., Donald Trump, y que incluso promueven una invasión militar.
“Dicen que quieren traer de EE.UU. al ejército. Miren, cuando EE.UU. invadió Irak (…) con el pretexto de [capturar a] Bin Laden, duraron 15 años robándose el petróleo”, afirmó el cura durante un sermón que se viralizó porque volvió a utilizar el lenguaje altisonante, plagado de insultos y groserías, que lo ha hecho famoso y que ya le valió una sanción eclesiástica por dos años.
“Cuando esos cabrones [militares de EE.UU.] ponen el pie, no se salen hasta que nos chingan“, agregó al responder a políticos como la senadora Lilly Tellez y Marko Cortés, quienes han propuesto que se permita que el ejército estadounidense combata a los cárteles mexicanos en su propio territorio, lo que equivale a una violación de la soberanía.
El ‘Padre Pistolas’ insultó a ambos legisladores porque consideró ya le han hecho “demasiado mal” al país, al tiempo que convocó a la ciudadanía a apoyar a Sheinbaum y boicotear a los productos estadounidenses.
Popularidad
“¿Van a seguir comprado en esas pinches tiendas americanas? (…) la mejor cocina del mundo es la mexicana, hay 140 frutas, acá hay calabacitas, chayotes, somos los reyes del aguactate. El 80 % del aguacate del mundo se produce aquí en Michoacán, cabrones”, dijo al denostar famosas marcas de comida rápida del país vecino.
Gallegos Lara es un sacerdote muy popular en Michoacán, un estado ubicado en el occidente de México, que ganó mayor fama al transmitir a través de las redes sociales sus inusuales y provocadoras homilías desde la parroquia de la ciudad de Chucándiro. Actualmente tiene 550.000 suscriptores en YouTube.
En septiembre de 2022, el arzobispo Carlos Garfías Merlos lo inhabilitó por usar un lenguaje vulgar y ofensivo y por criticar a otros curas y hasta a los fieles que acudían a su misa. Sus provocaciones le valieron el apodo de ‘Padre Pistolas’, pero la sanción en su contra culminó el año pasado, por lo que ya pudo volver a oficiar misa sin cambiar su estilo.