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David Lammy aseveró que la alianza británico-ucraniana ha sido construida “durante décadas, generaciones”, a lo que la vocera de la Cancillería rusa bromeó diciendo que “se remonta hasta el pie de las pirámides egipcias”.
Las relaciones entre el Reino Unido y Ucrania se remontan a cuando menos mil años, durante los cuales las “princesas de Kiev” se convertían en esposas de los representantes de la realeza británica, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Lammy, durante una reunión con el líder del régimen ucraniano, Vladímir Zelenski, celebrada este miércoles en Kiev.
“Hace 1.000 años, las princesas de Kiev se casaban con los [miembros] de la familia real británica“, afirmó el canciller al hablar sobre un acuerdo para una asociación de 100 años entre las dos naciones, que fue firmado el pasado enero. “Esta relación histórica, relación europea, fue construida durante décadas, generaciones, siglos”, añadió. De tal manera, aseguró, esa alianza demuestra que Londres es el “socio clave” de Kiev.
“¿Por qué tan poco?”
Con marcada ironía, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, se burló de las declaraciones de Lammy, preguntando si las relaciones entre el Reino Unido y Ucrania se remontan tal vez a la época del antiguo Egipto.
“David Lammy, ministro de Asuntos Exteriores británico: ‘La asociación británico-ucraniana se remonta a miles de años’. ¿Se remonta hasta el pie de las pirámides egipcias? ¿Por qué tan poco? También cazaron juntos un brontosaurio“, escribió en su canal en Telegram.
¿Qué dice la historia?
También los medios ucranianos pusieron en duda las afirmaciones del alto funcionario británico. El portal Strana recordó que la única posible “princesa de Kiev”, casada hace unos 1.000 años con un rey británico, fue Ágata, esposa de Eduardo el Exiliado (hacia el año 1040). El origen de esta mujer sigue siendo incierto. Una de las dudosas versiones dice que Ágata (o Agafiya) era hija del entonces príncipe de la Rus de Kiev, Yaroslav I el Sabio. Sin embargo, la mayoría de los historiadores en general niegan que el príncipe tuviera tal hija.
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