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La Administración Trump ha ofrecido una compensación de 8 meses de salario a quienes acepten dimitir voluntariamente. La propuesta termina este jueves y forma parte de los esfuerzos para reducir el gasto público.
Más de 40.000 funcionarios de EE.UU. han dimitido voluntariamente tras aceptar la propuesta de la Administración del presidente Donald Trump, que pretende recortar la fuerza laboral de las agencias federales para reducir el gasto público, informa The Wall Street Journal citando a sus fuentes.
La semana pasada la Oficina de Administración de Personal, responsable de los recursos humanos del Gobierno, anunció que se ofrecerán paquetes de liquidación a todos los empleados federales que presenten su renuncia hasta el 6 de febrero. Los paquetes incluyen una compensación de 8 meses de salario —hasta septiembre— y otros beneficios de los cargos públicos.
Un funcionario de la Casa Blanca señaló que la Administración Trump espera que el número de renuncias aumente en el último día de la fecha límite de la propuesta. No obstante, la cantidad de quienes han aceptado la oferta no se corresponde con la cifra prevista de entre el 5% y el 10% de los dos millones de empleados federales.
Alrededor de media docena de empleados federales dijeron que temen aceptar la oferta porque no están seguros de que vayan realmente a recibir pagos hasta septiembre, o si podrán encontrar otro trabajo. Los orientadores profesionales informan que el personal tampoco está seguro de si podrá acceder a los planes de pensiones correspondientes a los empleados públicos o si podrán volver a trabajar para el Gobierno.
Por otro lado, existe la incertidumbre de que, si se quedan en el puesto, podrían ser despedidos y no podrían recibir el paquete de compensaciones. Así, un directivo decidió aceptar la propuesta de Trump porque preveía despidos en su agencia.
Además, algunos funcionarios han expresado su preocupación de que el programa del presidente provoque una fuga de cerebros de las agencias gubernamentales. “La idea de que un gran porcentaje de la fuerza laboral se marche y deje al resto la gestión de algo que ya era en muchos casos difícil de gestionar, son momentos que dan miedo“, dijo Randy Erwin, presidente de la Federación Nacional de Empleados Federales.
