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El menor trataba de refugiarse en el sótano de una casa, como hicieron muchos otros civiles durante la incursión de las tropas de Kiev, pero fue alcanzado en el interior.
Efectivos de las Fuerzas Armadas de Ucrania mataron a un niño de siete años en el poblado de Nikoláyevo-Dárino, en la provincia rusa de Kursk, denunció este viernes el Comité de Investigación de Rusia.
El pequeño intentaba refugiarse en el sótano de una casa particular y fue alcanzado allí por un vehículo aéreo no tripulado, mientras la localidad estuvo ocupada por las tropas de Kiev, entre agosto, cuando realizaron la incursión transfronteriza, y diciembre de 2024. El testimonio de una mujer evacuada de la zona confirma que el ataque del dron fue deliberado.
La testigo relató a los investigadores cómo murieron, en distintas circunstancias, otros siete civiles en operaciones de uniformados ucranianos. A varias personas las quemaron vivas en su casa tras el impacto de un proyectil, mientras que a otras las alcanzaron con disparos de armas de fuego. Entre los fallecidos se encuentra su propio hermano, al que un dron le causó una herida letal.

El Ejército ruso liberó Nikoláyevo-Dárino, situado en el distrito de Sudzha, a finales de enero pasado. El 12 de febrero el Ministerio de Defensa de Rusia compartió algunos detalles sobre las atrocidades cometidas durante los más de seis meses de ocupación ucraniana contra los ciudadanos rusos que no habían logrado evacuarse.
En particular, se reveló que solo quedó un hombre en el pueblo, que se salvó milagrosamente, mientras que “el resto fue asesinado por los militares ucranianos”, según el comunicado de la cartera. Durante las primeras indagaciones se puso al descubierto también el caso de un hombre que “fue por agua y lo fusilaron”, de acuerdo con lo relatado por su viuda.