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La portavoz de la Cancillería rusa apuntó que en el contexto de una situación geopolítica en rápida evolución, la lógica errónea de la UE “parece desesperación, malicia y debilidad”.
Los contactos entre Moscú y Washington de alto nivel “están provocando una auténtica histeria entre los rusófobos euroatlánticos“, declaró este martes la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova.
Durante una conferencia de prensa, la funcionaria afirmó que Moscú está observando cómo Occidente impone “su propia participación en el proceso de negociación”, señalando que se trata de “un fenómeno sin precedentes en las relaciones internacionales”.
“Estamos hablando de los ‘amigos’ británico-europeos del régimen criminal de [Vladímir] Zelenski, que demuestran su incapacidad para ir más allá de sus propias actitudes primitivas para ‘producir’ una guerra híbrida con nuestro país ‘hasta el último ucraniano'”, añadió.
“Tarde o temprano todos ellos tendrán que responder”
Zajárova citó como un ejemplo las recientes declaraciones de la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, quien afirmó que no están muriendo civiles rusos en el conflicto con Ucrania. “La jefa de la diplomacia europea, Kallas, que finalmente ha caído en un frenesí rusófobo, ha llegado incluso a defender a los combatientes de las Fuerzas Armadas ucranianas, que, en su visión y mente distorsionadas y deformadas, no están matando a pacíficas mujeres y niños rusos”, dijo.
La vocera apuntó que en “el contexto de una situación geopolítica en rápida evolución, esa lógica errónea parece desesperación, malicia y debilidad“. “Pero por mucho que intenten prolongar la agonía de la junta de Kiev, no lo conseguirán. Tarde o temprano todos ellos tendrán que responder por lo que han hecho”, declaró.
“Y, por supuesto, sus frecuentes intentos de establecer paralelismos entre la Alemania nazi y la Unión Soviética son absolutamente mezquinos e infundados. Fue la Unión Soviética la que aplastó al nazismo y al fascismo”, subrayó, agregando que “todo esto proviene del miedo de la UE y la OTAN ante el inminente colapso de los nazis ucranianos, de su miedo a la responsabilidad ante sus propios pueblos”.
