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Los ejecutivos tienen instrucciones de informar a las autoridades sus planes antes de partir y, al regresar, informar qué hicieron y con quién se reunieron.
Las autoridades chinas han instruido a los principales empresarios e investigadores de inteligencia artificial (IA) para que eviten viajar a EE.UU. por razones de seguridad, informó el sábado The Wall Street Journal citando a sus fuentes.
Según el medio, existen preocupaciones de que los expertos de IA chinos puedan divulgar información confidencial sobre el progreso de la nación en el campo. Además, los ejecutivos pueden ser detenidos y utilizados como moneda de cambio en negociaciones entre Washington y Pekín.
Sin embargo, personas vinculadas con la industria tecnológica afirmaron que no hay una prohibición total de viajes, sino más bien orientación por parte de las autoridades en los centros tecnológicos más grandes de China, incluidos Shanghái, Pekín y Zhejiang, la provincia donde tienen su sede el gigante tecnológico Alibaba y la ‘startup’ de la aplicación DeepSeek.
Las autoridades están desalentando a los ejecutivos de las principales empresas locales de IA y otras industrias estratégicamente sensibles, como la robótica, a que viajen a EE.UU. y sus aliados a menos que sea urgente, detallaron las fuentes de WSJ. Los ejecutivos que elijan ir de todos modos tienen instrucciones de informar sus planes a las autoridades antes de partir y, al regresar, qué hicieron y con quién se reunieron.
En este sentido, las fuentes reportaron que el fundador de DeepSeek, Liang Wenfeng, rechazó una invitación para asistir a la cumbre de IA en París, que tuvo lugar en febrero. Igualmente, el año pasado, el fundador de otra importante empresa emergente china de IA descartó su plan de visitar EE.UU. después de recibir instrucciones de Pekín.
Al respecto, Xiaomeng Lu, que analiza las tecnologías emergentes en la consultora Eurasia Group, sugirió que las autoridades chinas podrían estar preocupadas por la pérdida de tecnología local de China a través de adquisiciones o licencias por parte de empresas estadounidenses.
Otra preocupación es la pérdida de talento, y agregó que “para el sector tecnológico, la fuga de cerebros puede tener un efecto devastador en un país”.
