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Según el secretario de Comercio de EE.UU., el principal objetivo de esta política es presionar a China, México y Canadá para que tomen medidas efectivas contra el narcotráfico.
La política de aranceles recíprocos que Estados Unidos implementará a partir del 2 de abril se presenta principalmente como una herramienta para frenar el flujo de fentanilo y opioides hacia el país, afirma el secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick. Según el responsable político, esta estrategia, impulsada por la Administración Trump, se fundamenta en un principio claro: “Si tú nos impones aranceles altos, nosotros haremos lo mismo”, dijo.
Lutnick también destacó que los aranceles no son responsables de la inflación, citando el ejemplo de China e India, donde los aranceles alcanzan cifras de entre el 50 % y el 70 % sin que esto genere un aumento en los precios. Sin embargo, el objetivo de esta política va más allá de lo económico; busca presionar a China, México y Canadá para que tomen medidas efectivas contra el narcotráfico.
“Necesitamos que Canadá y México acaben con esto. Necesitamos que China deje de fabricar estos precursores, los ingredientes del fentanilo. Y así el presidente va a trabajar duro con ellos”, afirmó Lutnick.
Además, subrayó que Trump está abierto a negociar y escuchar a Canadá y México, buscando un enfoque colaborativo. Sin embargo, advirtió de que si no se logran avances significativos en la lucha contra el fentanilo, las tarifas recíprocas se mantendrán como una herramienta de presión. “Y déjenme decirles algo, si no acaban con el fentanilo, este arancel continúa. Por lo tanto, se trata de drogas, esto no es comercio“, concluyó.
Trump anunció el pasado 1 de febrero una serie de aranceles sobre productos de Canadá, México y China para que estos países “rindan cuentas en sus promesas de frenar la inmigración ilegal y detener el flujo de fentanilo y otras drogas venenosas” hacia EE.UU.
Posteriormente, anunció el incremento de los aranceles a China del 10 % al 20 %. Desde entonces, EE.UU., China, Canadá y México están involucrados en una nueva guerra comercial, mientras que la UE espera enfrentarase pronto también a un aumento de aranceles a los productos que exporta a EE.UU.
Este martes, el presidente estadounidense puso en marcha la dura política arancelaria del 25 % a productos de Canadá y México. A su vez, Ottawa anunció ese mismo día aranceles de represalia a productos de EE.UU.
Este sábado, China abrió un nuevo frente en esta guerra comercial al anunciar un aumento de los aranceles sobre los productos agrícolas y alimentarios canadienses en respuesta a las medidas comerciales que el pasado octubre tomó Ottawa contra los vehículos eléctricos, el acero y el aluminio chinos.
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