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Además de los problemas relacionados con la falta de personal, las tropas también carecen de equipos e infraestructura adecuados.
La Bundeswehr, el Ejército alemán, afronta una grave crisis, debido a las altas tasas de abandono y la falta de personal, problemas que se ponen sobre la mesa justo cuando la seguridad europea tambalea ante las amenazas de EE.UU. de abandonar la OTAN y el cambio de rumbo de política exterior de la Administración Trump.
Eva Högl, encargada de las relaciones entre el Bundestag (Parlamento federal) y las Fuerzas Armadas alemanas, declaró que es “absolutamente necesario” que la Bundeswehr “esté plenamente operativa”, por lo que hace falta invertir en ello. Asimismo, resaltó la tensa situación ante la escasez de personal en el Ejército, cuya efectividad es “la clave de las capacidades de defensa”.

La funcionaria indicó que a finales de 2024 había poco más de 180.000 soldados en servicio, lo que significa que el número de personal estaba justo por debajo del nivel del año anterior. Al mismo tiempo, la Bundeswehr está lejos de lograr su objetivo de alcanzar una plantilla de 203.000 militares para 2031.
Otro problema al que se enfrenta el Ejército es el envejecimiento. “Si bien la edad promedio era de 32,4 años a finales de 2019, aumentó a 34 años a finales de 2024”, detalló Högl.
También informó sobre las altas tasas de deserción. De los 18.810 soldados que se unieron a las filas del Ejército en 2023, 5.100 (27 %) han abandonado el servicio: 4.900 por su propia voluntad y 200 fueron dados de baja. “En total, una de cada cuatro personas abandona la Bundeswehr en un plazo de seis meses”, dijo la política, exigiendo aumentar e intensificar los esfuerzos para reducir las deserciones.
Factores disuasorios
De acuerdo con Högl, las posibilidades de ascenso también son escasas y muchos militares tuvieron que esperar más de la cuenta para obtenerlo a pesar de haber cumplido con todos los requisitos necesarios.


Además de los problemas con la falta de personal, las tropas también carecen de equipos e infraestructura adecuados. Los cuarteles están en un estado desastroso, mientras faltan municiones y piezas de repuesto. A pesar de que en 2024 se invirtieron unos 1.600 millones de euros (unos 1.740 millones de dólares), la necesidad de inversiones en infraestructuras sigue siendo alta, reporta Der Spiegel.
Anteriormente, Markus Söder, líder de la Unión Social Cristiana (CSU) que forma parte del bloque conservador junto con la Unión Demócrata Cristiana (CDU), instó a Alemania a equipar su Ejército para que sea fuerte económica y militarmente ante la nueva situación de seguridad internacional. “Solo aquellos que sean fuertes económica y militarmente serán tomados en serio a nivel internacional”, manifestó el político, subrayando que Berlín debe fortalecer “enormemente” la Bundeswehr e invertir en ella al menos un 3 % del PIB.
Según recoge Politico, la debilidad militar de Alemania se debe a una falta crónica de inversión. Berlín alcanzó el objetivo del 2 % del PIB en gasto de defensa impulsado por la OTAN en 2024, por primera vez desde 1991.