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El puerto belga de Amberes —el segundo de Europa en transporte de carga— de momento no se ha visto afectado por la crisis en el mar Rojo, pero no descarta posibles problemas en sus operaciones en un futuro próximo debido a retrasos de los barcos, comunicaron a RIA Novosti desde el servicio de prensa del puerto.
“Hasta ahora no hay consecuencias graves. Las compañías navieras informan sobre retrasos de entre siete y diez días“, señalaron desde el puerto belga, al añadir que estos horarios, menos fiables, podrían causar que las terminales no funcionen con eficacia. También precisaron que de momento los más afectados por la situación en el mar Rojo son los portacontenedores.
