La ONU estimó este jueves que la destrucción en la Franja de Gaza es de al menos el 72 por ciento de los edificios residenciales a causa de la agresión israelí.
Según el director de la oficina regional para los Estados árabes del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, su reconstrucción requiere de más de 40 mil millones de dólares y necesitará un esfuerzo sin precedentes.
Una magnitud de destrucción a la que la comunidad internacional no se ha enfrentado desde la Segunda Guerra Mundial. Así es la actual situación en Gaza, asolada por casi siete meses de agresión israelí. Palabras que usó el secretario general adjunto de la ONU Abdalá al Dardari, para definir al enclave costero, azotado por los bombardeos israelíes desde más de seis meses.
“Ahora tenemos 37 millones de toneladas de escombros, el 72% de los edificios residenciales, han sido destruidos en Gaza, y el nueve por ciento de todos los demás edificios, son comerciales y de otro tipo. Esto no tiene precedentes. No hemos visto nada parecido, no solo desde 1948, sino desde la segunda guerra mundial en términos de la intensidad en un tiempo tan corto y destrucción masiva de las estructuras”, puntualizó Dardari.
El también director de la oficina regional para los Estados árabes del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, estimó que si la reconstrucción se lleva a cabo mediante el proceso normal, podría tardar décadas, por lo que llamó a actuar con rapidez para lograr este objetivo, en los tres primeros años tras el cese de las hostilidades.
Según nuestras estimaciones la reconstrucción de la Franja de Gaza, costará entre 40 y 50 mil millones de dólares, especificó el funcionario.
A este desafío se añade otra problemática, la de la existencia de 37 millones de toneladas de escombros que deben ser removidos, gestionados y reciclados para dejar espacio para esos refugios temporales y otras estructuras que se establecerán a fin de reanudar la vida normal para los palestinos en Gaza.
Los bombardeos del régimen de Israel desde el pasado 7 de octubre, han dejado a más de 34 mil 500 palestinos muertos, en su mayoría niños y mujeres. Los esfuerzos internacionales para obligar al régimen de Tel Aviv a acabar con la guerra, han sido en vano, debido al apoyo de sus patrocinadores occidentales, por encima de todos, EEUU.
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