En Irán, al igual que en todo el mundo, celebran con entusiasmo el Ramadán, el mes más sagrado del Islam y el noveno del calendario lunar.
Versos coránicos resonando, mezquitas llenas de fieles, puestos ofreciendo comidas y bebidas, y un ambiente de espiritualidad. Así se celebra el Ramadán en Irán. Este sagrado mes, el más importante del calendario islámico, transforma tanto ciudades como corazones. Ramadán crea escenas de profunda devoción y conexión místicas.
Una de las prácticas más emblemáticas es el ayuno, desde el alba hasta el ocaso. Durante las más de 12 horas, los musulmanes se dedican a profundas prácticas religiosas.
Para muchos, estos días son una oportunidad para disfrutar en comunidad, fortalecer los lazos familiares y tender la mano a quienes más la necesiten.
Además de su profunda dimensión religiosa, como uno de los pilares del Islam, el Ramadán está lleno de tradiciones. Durante este periodo, dulces y postres tradicionales como el Zoolbia, el Bamie y el Ash, toman protagonismo. El Ramadán no solo une a las personas con su fe, también las une con sus seres queridos, alrededor de la mesa.
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