30 personas, de las cuales 16 exonerados, continúan detenidas en la infame prisión militar estadounidense en Guantánamo, Cuba.
Desde el siglo 19 los presidentes de EEUU “perdonan” la vida de un pavo. Caso contrario, el ave sería sacrificada para la cena de Acción de Gracias. Pero más allá de ser un acto para la prensa, esto también coincide con la costumbre del Ejecutivo saliente de promulgar actas de clemencia para personas encarceladas. En una triste ironía -análoga a esta ceremonia- el Presidente Biden concluye su mandato y activistas resaltan que el mandatario no ha demostrado clemencia alguna con los detenidos inocentes en el infame campo de concentración militar de Guantánamo.
En este sentido, activistas se congregan ante la Casa Blanca y Capitolio recurrentemente durante las últimas dos décadas en memoria de aquellos que continúan languideciendo en un limbo de injusticia y horror. Este noviembre, sin embargo, surge otra variable: Donald Trump, es el presidente electo.
La mayor parte de los detenidos en la prisión de Guantánamo han sido aprobados para su liberación a través de diversos procesos legales. Sin embargo, ahora con la posibilidad de una presidencia de Donald Trump en la Casa Blanca, por los próximos cuatro años, la liberación de estos individuos se hace cada vez más remota.
Marcelo Ali Sánchez, Washington.
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