Jennifer Hermoso, jugadora de la selección española de futbol, ratificó este martes en la Audiencia Nacional que el beso que le dio el expresidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF) Luis Rubiales tras ganar el Mundial no fue consentido y que se sintió coaccionada.
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Fuente jurídicas confirmaron que Hermoso ratificó ante el juez Francisco de Jorge lo que declaró ante la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, antes de que se incoasen diligencias.
Este martes, Hermoso insistió en que el beso fue inesperado y en ningún momento consentido. Asimismo, expresó al salir de la Audiencia Nacional que ahora “todo queda en manos de la Justicia”.
La recién integrada jugadora de Tigres UANL Femenil en México, reiteró que después del beso, tanto en el vuelo de vuelta a España, como en su estancia en Ibiza, sufrió un atosigamiento constante que alteró su vida normal, produciéndole una situación de desasosiego y tristeza, según dichas fuentes.