Ante la expectativa del nombramiento del primer gabinete del Gobierno de Dina Boluarte, Carlos Oliva, exministro de Economía y Finanzas del Perú y director del Banco Central de Reserva, analiza los retos que tendrá la nueva gestión.
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—¿Cuáles son los principales retos económicos que tendrá el Gobierno entrante?
Hay dos tipos de retos. El de muy corto plazo es restablecer la confianza de los agentes económicos, que definitivamente se había perdido desde que ingresó el presidente Castillo. Luego son los mismos retos que tenemos desde hace varios años, que yo te los resumiría en dos: el primero es aumentar la competitividad de la economía y el segundo es mejorar la gestión pública para una mejor prestación de servicios básicos y sociales.
—La presidenta Boluarte fue ministra y vicepresidenta durante la gestión de Castillo. ¿Es realmente posible que pueda recuperar la confianza?
Todo va a depender del gabinete que forme y qué tan empoderados los veas. Si es un gabinete similar a los que armaba Pedro Castillo, gente sin experiencia, prontuariados, etc. evidentemente los empresarios no le tendrán confianza. Pero si nombra a un Primer Ministro reconocido, bien empoderado, será un primer gran paso para restablecer la confianza. Después habrá que ver qué políticas hace.
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—Precisamente el Gobierno de Castillo tuvo altibajos respecto a la confianza del empresariado por el papel que tuvieron sus presidentes del Consejo de Ministros, como Guido Bellido, Mirtha Vásquez o Aníbal Torres. ¿Cómo evitar que se repita?
El nombramiento del gabinete es un primer gran paso. Si nombra un primer ministro empoderado, que sea reconocido, que tenga trayectoria y que sea honesto, es muy probable que no sucedan esos altibajos. Estas características también las debe de tener el resto del gabinete. No puede ser que tengas un ministro que en la mañana dice “A”, luego otro que dice “B” y el presidente dice “C”. Es muy importante que el gabinete esté en la misma dirección, la dirección de promover la inversión privada, el respeto de los contratos, etc.
—¿Qué perfil debe tener el nuevo ministro de Economía y Finanzas?
En lo personal preferiría una persona que tenga experiencia en función pública, especialmente en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). No tiene que ser un exministro, puede ser un viceministro, un director general, gente que conozca al MEF porque no hay mucho tiempo para que lo puedan conocer. La experiencia que hemos tenido con ministros que no han pisado el MEF antes no ha sido la mejor.
Lo segundo sería que respete la línea, que respete la institucionalidad, que no quiera inventar la pólvora o botar a medio MEF. Más allá de los cambios que siempre se hacen debe de respetar la línea.
—¿Cómo evitar que existan presiones para nombrar a personal no capacitado, como sucedió en el Gobierno de Castillo?
El ministro entrante tiene que tener muy claro cuáles son las líneas rojas y tiene que expresárselas al presidente antes de que asuma el cargo. Más allá de la dirección hacia donde quiere ir tiene que decir que estas son las líneas rojas o se producirá mi renuncia. Si el presidente las acepta, puedes empezar a desarrollar tu trabajo con tranquilidad. No puedes tener a los principales enemigos en el gabinete y eso se discute antes de asumir.
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—En el caso del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, ¿cuál sería el perfil indicado a elegir?
También iría por un perfil tecnócrata y que no esté ideologizado. Hubo ministros que se basaron en su ideología, no en evidencia en el sector, y no les fue bien. Tiene que ser nombrado un ministro que que conozca el mercado laboral y promueva el empleo en base a la evidencia.
—¿También será clave que retome el diálogo con los representantes de los gremios empresariales?
Tiene que restablecer los espacios de diálogo, que se han roto durante este Gobierno, pero tiene que tener un mensaje de que no solo se van a tomar decisiones en base a la ideología, sino también en la evidencia.