En Chile el año 2024 estuvo marcado por la revelación de casos de corrupción que afectan a todos los poderes del Estado, en un contexto de creciente desconfianza institucional.
La muerte del expresidente derechista Sebastián Piñera al capotar su helicóptero personal marcó el inicio de 2024.
Pero los escándalos por tráfico de influencias, corrupción y falta de ética que involucran a su gobierno y a todos los poderes del Estado marcó el resto del año.
El máximo jefe de la policía de investigaciones en prisión preventiva; redes para el tráfico de influencias; sobornos y fraudes que involucran a fiscales, jueces y altas autoridades de gobierno se fueron sumando. Incluso el subsecretario de Interior, uno de los cargos más relevantes del gobierno chileno está siendo procesado por violación. Al final, todos los colores políticos quedaron manchados por la corrupción y la falta de ética.
En este marco fue apresado el dirigente político Daniel Jadue por supuestos delitos, en un caso que ha sido tildado de lawfare. A raíz de la investigación tuvo que abandonar su cargo, estuvo 91 días en prisión y hoy se mantiene con arresto domiciliario… sin juicio.
Así también acusan criminalización de comunidades organizadas, mientras el alto mando de la policía aún no responde por las violaciones a los derechos humanos durante el estallido social de 2019 y el gobierno sigue impulsando leyes represivas que le dan más poder a carabineros.
En octubre, se realizaron las elecciones locales en un ambiente de apatía con un alza de los votos nulos y blancos, por el descrédito y la falta de respuesta estatal a los problemas que afectan a la población.
Habrá que ver si la institucionalidad logra dar la sensación de confianza y de justicia cuando se aproximan las elecciones presidenciales que se desarrollarán en noviembre de 2025.
Beatriz Michell, HispanTV, Santiago de Chile
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