Irán lanzó un importante proyecto para expandir los yacimientos petrolíferos en uno de los más antiguos del país, que comparte con su vecino Irak.
El director ejecutivo de la Compañía Petroquímica Nacional (NPC) de Irán, Hamid Bovard, y funcionarios locales emitieron una orden el sábado, en una ceremonia, para lanzar los proyectos de desarrollo de los tres campos petrolíferos de Somar y Saman en la provincia de Kermanshah, así como el campo petrolífero de Delavaran en la provincia de Ilam, en el oeste de Irán.
Los tres yacimientos forman parte de la Zona de Operación Naftshahr de la Compañía Nacional de Petróleo de Irán (NIOC, por sus siglas en inglés), un yacimiento descubierto en 1931 y que está conectado con los yacimientos petrolíferos en el vecino Irak.
Está ubicado a unos 72 kilómetros de la ciudad fronteriza de Qasr-e Shirin y a 230 kilómetros al suroeste de la capital provincial, Kermanshah.
Según informes, el valor de estos proyectos asciende a 528 millones de dólares y se espera que aumenten cinco veces la producción de estos tres campos, alcanzando los 20 000 barriles por día en los próximos dos años.
Bovard destacó que estos proyectos, además de incrementar el suministro de petróleo crudo a la refinería de Kermanshah, también generarán numerosos empleos para los jóvenes de la región.
Asimismo, mencionó la participación de empresas privadas en estos proyectos y agregó que los inversores podrán obtener ingresos de estos yacimientos durante los próximos 20 meses.
Irán ha dependido de empresas nacionales para desarrollar su vasta industria petrolera en los últimos años, debido a la prohibición de acceso a la inversión y la tecnología extranjeras impuesta por las sanciones estadounidenses.
Datos recientes de organizaciones y empresas internacionales indican que la producción y las exportaciones de petróleo de Irán han vuelto a los niveles previos a las sanciones impuestas por Washington en 2018.
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