El Kremlin advierte que las nuevas sanciones de EE. UU. al sector energético ruso podrían desestabilizar los mercados globales y promete minimizar su impacto.
Rusia aseguró realizar todas las acciones necesarias para mantener a flote el desarrollo de sus empresas, más allá de los tropiezos que Estados Unidos pueda ponerle en el camino de manera poco competitiva, según explicó el portavoz del Kremlin.
Según Peskov, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso el pasado viernes sanciones más fuertes contra el petróleo ruso, apuntando a los productores Gazprom y Surgutneftegaz, así como 183 buques que han enviado crudo ruso. La medida de la Casa Blanca se enfocó en recortar los ingresos de Rusia para financiar la guerra con Ucrania, tal como confirmó desde el anonimato, un funcionario estadounidense que sobre el tema remarcó que las sanciones podrían costarle a Rusia miles de millones de dólares por mes, si se aplican estrictamente.
Las recientes sanciones estadounidenses impiden el normal flujo de las rutas naturales de suministro de energía y obligan a las refinerías chinas e indias a buscar fuentes alternativas de petróleo crudo, que ya no podrán adquirir de Rusia, ni tampoco podrán emplear embarcaciones rusas.
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