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Sin embargo, el responsable no fue detenido porque el delito ya prescribió.
La Justicia argentina provocó un revuelo al anunciar que identificó a un hombre que hace 18 años cometió uno de los femicidios que mayor intriga y conmoción han provocado en el país sudamericano.
El 26 de noviembre de 2006, Nora Dalmasso, una empresaria de 51 años, fue encontrada estrangulada en su casa de la ciudad de Río Cuarto, en la provincia de Córdoba. El escándalo fue inmediato porque la mujer pertenecía a una alta clase social y, además, se la responsabilizó de su propia tragedia.
La prensa aprovechó lo sucedido y difundió todo tipo de detalles morbosos, la mayoría falsos, sobre la vida privada de la víctima. Se la presentó como una mujer promiscua e incluso salieron camisetas que tenían la leyenda: “Yo no me acosté con Norita”.
[AHORA] Crimen de Nora Dalmasso: Roberto Bárzola, nuevo sospechoso del asesinato, había declarado que “se la veía sola en la vivienda”, solo una vez tuvo “contacto verbal” con ella, y el día de su muerte “llovía mucho” y llamó a la puerta “dos veces”, “sin ser atendido”. https://t.co/WeavHZR7n6pic.twitter.com/jhOQ5dbFxi
— ElCanciller.com (@elcancillercom) December 23, 2024
También se sugirió incesto, por lo que su hijo Facundo fue injustamente imputado durante años como responsable del crimen. Su esposo, el empresario Macarrón, fue otro sospechoso. En 2022, el juicio contra el viudo terminó con una absolución. El misterio seguía rodeando el caso. Nadie sabía quién la había violado y asesinado en su propia casa.
Esta semana, el Ministerio Público Fiscal de Córdoba sorprendió al anunciar que había identificado el ADN de un hombre en el cinturón de la bata con el que Dalmasso fue estrangulada.
¿Impunidad?
Se trata de Roberto Marcos Barzola, un hombre que en el momento del crimen tenía 27 años y que trabajaba como pulidor de pisos en la vivienda de la víctima. En todo este tiempo, declaró seis veces como testigo, jamás como imputado.
La investigación logró continuar gracias a los esfuerzos del viudo de Dalmasso y de sus hijos, en especial Facundo, ya que durante estos 18 años siguieron cargando con el peso de las difamaciones que los mostraban como sospechosos a pesar de que la justicia ya había demostrado su inocencia.
El problema, ahora, es que debido al tiempo transcurrido, la causa ya prescribió, lo que significa que, aunque se confirme la culpabilidad de Barzola, no podrá ser condenado. La única alternativa para que el crimen no quede impune es que al sospechoso se le encuentre algún otro antecedente penal. Mientras tanto, seguirá en libertad.
La noticia generó conmoción porque a fines de noviembre las autoridades detuvieron al primer sospechoso de la desaparición de María Cash, una joven cuyo paradero se desconoce desde el 8 de julio de 2011. Es la primera novedad judicial en 13 años. Por eso, tanto este caso como el de Dalmasso han provocado críticas frente a la lentitud de la justicia en Argentina.