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Previamente se creía que el sitio arqueológico tenía origen prehispánico.
Un equipo de estudiantes liderados por la directora del Centro de Estudios Antropológicos de la Universidad Nacional Autónoma de México, Perla Ruíz Albarrán, encontró los restos de dos personas adultas y un menor de cinco años en una cripta construida bajo la parroquia de San Bartolomé Apóstol, localizada en el municipio de Hueypoxtla, en el estado de México.
En el trabajo de campo, que se desarrolló entre el 18 y el 22 de noviembre del año en curso bajo los auspicios del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se abrieron tres tumbas. En las dos primeras se encontraron sendos individuos masculinos en posición de cúbito dorsal extendido, con los pies orientados hacia el atrio de la parroquia y las manos posadas sobre la zona abdominal.
El tercer espacio está dividido en dos y los investigadores solo intervinieron en el ubicado al lado izquierdo, donde se encontró un infante de cinco años en posición idéntica a la de los cuerpos adultos. Además, entre los restos se hallaron piezas de metal que presumiblemente servían como adorno, así como fragmentos de una prenda aún no identificada.
El lado derecho de este lóculo ya había sido abierto. En él se encontró un perinato de unas 32 semanas de gestación, que nació prematuramente y falleció poco después. De acuerdo con las pesquisas, este enterramiento fue movido intencionalmente, y se microexcavará en la próxima temporada.
Según los especialistas, el procedimiento funerario se corresponde con las prácticas cristianas y los restos datarían del siglo XVIII o principios del XIX. Ruíz Albarrán explicó que la arquitectura de la cripta es llamativa porque posee numerosos nichos y pasillos, una característica que no se había observado en el centro de México pero que era común para la época en suelo europeo.
La experta detalló que para obtener muestras biológicas y de otro tipo, se optó por hacer microexcavaciones con pinceles y palas pequeñas para remover parcialmente la tierra y tomar solo partes en lugar de extraer completamente los restos, pues se corría el riesgo de que estos se fragmentaran, se deshicieran o se erosionaran, dada la alta humedad de la zona.
Anteriormente se creía que el sitio arqueológico de la iglesia de Hueypoxtla tenía origen prehispánico, pero las investigaciones del INAH han refutado esa idea.
