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El presidente suspendido de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, fue acusado formalmente este domingo por fiscales surcoreanos de liderar una insurrección cuando impuso brevemente una ley marcial a principios del mes pasado, recoge la agencia Yonhap.
También enfrenta acusaciones de conspirar con el entonces ministro de Defensa, Kim Yong-hyun, y otros militares para promover dicha insurrección. Según Reuters, la insurrección es uno de los pocos cargos penales en los que un presidente surcoreano no goza de inmunidad, por lo que puede ser castigado con cadena perpetua o la muerte en caso de ser hallado culpable.
Yoon es el primer presidente en la historia de Corea del Sur en enfrentar cargos criminales mientras aún está en el cargo. Fue arrestado el pasado miércoles, luego de varios días de enfrentamientos entre su equipo de seguridad y agentes policiales.
